Un estimado de 90 mil personas originarias de San Luis Potosí podrían estar en riesgo de ser deportadas de Estados Unidos debido a su situación migratoria irregular, lo que aumentaría la preocupación por la separación de familias.
California, Texas y Chicago son los principales lugares donde se concentra esta comunidad. En particular, California alberga cerca de 1.8 millones de mexicanos sin documentación legal, convirtiéndolos en una de las poblaciones más vulnerables a las medidas migratorias.
Aunque no se tiene un dato exacto de cuántos potosinos viven en estas condiciones, expertos aseguran que una parte importante de los más de 1.5 millones de migrantes potosinos en Estados Unidos reside en esos estados, situándolos en un riesgo latente.
Un estudio del Colegio de la Frontera Norte (Colef) señala que a nivel nacional casi 4.9 millones de mexicanos sin estatus legal podrían ser afectados por deportaciones masivas, y una gran parte está en California, que ha sido un destino tradicional para los migrantes potosinos.
En respuesta a esta situación, organizaciones pro-migrantes y consulados mexicanos en Estados Unidos mantienen vigilancia y ofrecen apoyo legal para proteger a sus connacionales frente a posibles medidas más estrictas.
La incertidumbre continúa para miles de familias mexicanas y potosinas, que esperan una solución que les permita vivir con tranquilidad.