César Nava contraataca

Uncategorized

César Nava habla en exclusiva para Reporte Indigo del expediente en el que se le ha relacionado, además de la situación actual del PAN.

> Félix Arredondo: Reporte Indigo dio a conocer ayer el contenido de un documento con las declaraciones del señor Paul Muller, exfuncionario de Siemens de México, y testigo estrella” en la demanda interpuesta por Pemex en tu contra y del propio consorcio.

Sus declaraciones no te mencionan en lo absoluto. ¿Qué tienes que decir al respecto?

César Nava: Yo creo que es un documento valiosísimo porque según todo lo que se publicó la semana pasada, este señor Muller es el testigo estrella en el que se basa la acusación falsa y calumniosa de Pemex para pretender involucrarme.

Yo esperaba encontrarme con una novela, con una relación de hechos oscuros y una trama peliculesca,  y lo que encuentro son declaraciones muy simples en donde efectivamente se confirma que habrían ocurrido estos pagos de 2.6 millones de dólares a través de un consultor de negocios, pero en ningún momento me menciona.

Entonces no puedo entender yo como se me pretende involucrar en esa supuesta trama de conspiración, si no hay nadie que a la fecha pueda señalar que yo fui receptor indebido de algún beneficio de parte de las empresas.

Entonces, así como no hay nadie que haya dicho, no va a haber nadie que lo pueda decir, porque simplemente nunca ocurrió.

Nunca hubo nadie que me planteara algo indebido, y mucho menos que yo lo hubiera aceptado.

Este documento que se publica es valiosísimo y me parece a mí que tiene un efecto demoledor contra la acusación de Pemex.

Es decir, la acusación se cae como un castillo de naipes.

Fue una fabricación de imputaciones y dolosas con el solo propósito de desprestigiarme.

>¿Cuál es la historia del conflicto entre Pemex y el consorcio Conaproca que incluye a Siemens y en el que presuntamente hubo pago de sobornos? 

CN: Se trata de un contrato que fue adjudicado en 1999.

Es decir, todavía durante la administración del presidente Zedillo, y que se supone que terminaría de ejecutarse durante el año 2000 mediante la reconfiguración de la refinería de Cadereyta, que está en la zona conurbada de Monterrey.

¿De qué se trataba la reconfiguración? Básicamente de darle algunas capacidades adicionales para refinar más gasolina y de mejor calidad, para decirlo en pocas palabras.

En este contrato el consorcio ganador garantizó su cumplimiento mediante cartas de crédito que son instrumentos, que son documentos, títulos de crédito similares a otros títulos de crédito que se pueden cobrar en caso de incumplimiento.

Efectivamente hubo conflicto en la ejecución del contrato. Pemex se queja de incumpliendo del consorcio Conproca, y a su vez este consorcio se duele de obras hechas y no pagadas por Pemex.

Entonces hubo reclamaciones mutuas, que fueron a un arbitraje.

¿Por qué un arbitraje? Porque en el contrato original de 1999 las partes pactaron que en caso de controversia no iban a ir al Poder Judicial, sino a un arbitraje conforme a las reglas del comercio internacional con sede en París. Así es como se pacta y así es como se ejecuta el arbitraje.

Estando en el arbitraje es que viene precisamente el tema relativo a las cartas de crédito.

¿Qué fue lo que pactaron Pemex y Conproca? Que el destino de las cartas de crédito debería ligarse como garantía precisamente al resultado del juicio de arbitraje.

Si ganaba Pemex la paraestatal cobraría esas cartas de crédito.

Si ganaba Conproca, Pemex no podría cobrar esas cartas. Y eso no lo decidí yo. Lo decidió el consejo de Pemex refinación.

Existieron dos convenios, al menos, en los que se pactó esto y se prorrogó la vigencia de las cartas. Uno fue en diciembre de 2002, y el otro a mediados del año 2003.

>¿Al momento de tu salida de Pemex estas cartas garantía estaban vigentes? 

CN: Lo que yo he explicado es que hay una grave inconsistencia de fechas porque estos pagos de los que se habla precisamente en la declaración del señor Muller que Reporte Indigo publicó, pues se hicieron mucho después de que yo salí de Pemex.

Resulta absurdo pretender involucrarme en una supuesta conspiración antes de que ocurrieran los hechos ilícitos.

Es decir, si yo dejé Pemex en el año 2003 y estos pagos se hicieron en 2004, o en 2006, hay fechas ahí distintas incluso –ni siquiera se ponen de acuerdo– lo que está claro es que para entonces yo ya no estaba. Ni siquiera estaba yo ocupando un cargo en Pemex.

Entonces, es una grave contradicción que pretendan involucrarme, –a priori, antes de que ocurriera todo– en una supuesta conspiración.

¿Y cuál es mi tranquilidad? El día que yo dejé Pemex esas cartas continuaban vigentes y confirmadas. Es decir, se podían cobrar.

De manera tal que venir a decir que hubo un daño patrimonial a Pemex es falso. Es absolutamente calumnioso y no tiene  ningún sustento.

>En la demanda se habla de un supuesto correo electrónico que tú habrías enviado para impedir la ejecución de esas garantías constituidas con cartas de crédito. 

CN: Ese supuesto correo con el que se me pretende señalar que soy el autor –ha quedado claro que yo no lo soy– porque el correo es de la secretaria de una abogada que no me reportaba a mí, sino a un gerente jurídico en Pemex refinación.

Y esa es otra de las “evidencias” o “pruebas” que han aportado en este linchamiento mediático de Pemex a través de representantes legales, para pretender incriminarme.

La acusación es ridícula.

 

http://www.reporteindigo.com/

Compartir ésta nota:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp