No sabemos si se intentaban deshacer de ella, pero al menos podemos decir que la perrita de esta historia tuvo un final feliz pues encontró un hogar donde la querrán mucho. Esto sucedió en Brasil cuando una familia compró un sillón de segunda mano, por supuesto, sin pensar la sorpresa que se iban a llevar.
Luego de recibir el mueble, los compradores se dieron cuenta que había una cachorra bien preciosa dentro de su nueva adquisición. Y así, pusieron manos a la obra para encontrar a alguien que pudiera darle los cuidados necesarios.
La historia de la perrita que encontraron dentro de un sillón en Brasil
El pasado jueves 2 de febrero, la familia de Heleia Araujo, oriunda de la región de Joinville en Santa Catarina, Brasil, recibió un sillón usado que había comprado. Como cuenta Globo, dejaron el mueble fuera de la casa porque no había podido entrar por la puerta y fue por la noche cuando se dieron cuenta que había algo dentro.
Cuando se fijaron, encontraron a una perrita atrapada con una pata lastimada. “Tenía mucha hambre y mucha sed. Le dimos comida. Tenía una pata herida”, dijo Heleia al medio mencionado. También mencionaron que al inspeccionar el sofá, se dieron cuenta que no había manera de que la cachorra se hubiera metido ahí por su propia cuenta, es decir, posiblemente se quisieron deshacer de ella.
La mujer no podía quedarse con la animalada, así que se comunicaron con el Frente de Acción por los Derechos de los Animales, o FRADA como se le conoce en Brasil a esta organización, para que les ayudarán a encontrarle una familia.
La cachorra encontró una dueña
Por fortuna, no pasó mucho tiempo para que la perrita de apenas siete meses de edad encontrará un hogar. Según mencionó FRADA en sus redes sociales, una mujer llamada Soraya Gomes la adoptó y ya hasta la bautizó como Mel, esto en honor a otra mascota que tuvo hace dos años y que desafortunadamente murió.
“Estoy muy feliz de que haya aparecido en mi vida”, dice Soraya en sus redes sociales, donde ya ha subido un montón de videos y fotos con su nueva compañera peluda. Como dijimos al inicio, esta es una de esas historias tristes que sí terminaron con un final feliz. Qué bueno por la perrita Mel.
Sopitas
