No hay duda, Red Bull es el dominante de la Fórmula 1. La escudería de las ‘bebidas energéticas’ propinó una paliza en el Gran Premio Bahréin al conseguir su vigésimo tercer 1-2 conSergio Pérez en la segunda posición. ‘Checo’ cumplió con la tarea con una buena actuación en la primera carrera del año, aunque quedó lejos de Max Verstappen.
La largada
‘Checo’ no tuvo la mejor arrancada desde el segundo cajón de salida. El piloto mexicano se quedó ligeramente en el inicio de la carrera, error que aprovechó Charles Leclerc para superarlo con la ventaja de que tenía el neumático blando nuevo. Inclusive Pérez se vio amenazado por Sainz, quien intentó la maniobra pero el de Red Bull cerró la puerta a tiempo.
Un juego de estrategias
‘Checo’ se dedicó a cuidar sus neumáticos y en la vuelta 17 paró en boxes. Una vez más Red Bull sorprendió con su estrategia al colocarle a sus dos pilotos otra vez el compuesto blando, situación que solamente Williams siguió.
La decisión le jugó en favor del mexicano que rápidamente se acercó a Leclerc para recuperar la segunda posición. En el giro 27 llegó lo previsto, con mejores llantas, mejor ritmo y DRS habilitado, Sergio le metió el auto por la parte interna en la curva 1 al de Ferrari para arrebatarle el lugar y ser de nueva cuenta el sublíder de la carrera.
Red Bull muestra su superioridad
Verstappen controló la carrera de principio a fin, mientras que ‘Checo’, después de su rebase a Leclerc ,intentó ir por su coequipero pero la superioridad era infinita. En la vuelta 35 el mexicano fue nuevamente a los pits para colocar el compuesto duro e intentar amanezar al neerlandés, quien también paró un par de giros después para sentenciar la carrera.
Sin más, la carrera se centró en Alonso que después del abandono de Leclerc logró subir al podio en un buen mano a mano contra Sainz. Red Bull da un golpe en la mesa y avisa que es el equipo a batir en este 2023 con un nuevo 1-2 en el que ‘Checo’ llegó a 27 podios en Fórmula 1.
AS