El Chelsea prohibió por vida la entrada a su estadio de uno de sus aficionados por proferir insultos racistas contra jugadores rivales en un partido de la Liga Premier de la temporada pasada disputado en casa frente al Manchester City.
El delantero del City, Raheem Sterling, fue objeto de insultos por parte de varios aficionados durante el partido, en un incidente que fue profusamente cubierto por los medios y puso de manifiesto que el racismo sigue vivo entre los aficionados al futbol pese a años de esfuerzos por erradicarlo de los estadios.
El Chelsea había prohibido la entrada de cuatro seguidores a sus partidos el año pasado, a la espera del resultado de una investigación sobre supuestos insultos racistas.
Una persona fue excluida de manera permanente de Stamford Bridge por el uso de lenguaje insultante racista, amenazas y un comportamiento agresivo”, dijo el Chelsea.
Otras cinco personas recibieron suspensiones de entre uno y dos años por “lenguaje insultante, amenazas y comportamiento agresivo” en la derrota del City por 2-0 en diciembre del año pasado.
“Las personas que recibieron exclusiones más cortas fue porque aportaron garantías sobre su comportamiento futuro“, agregó.
Aunque la fiscalía dijo que no pondrá en marcha un proceso criminal, el Chelsea decidió prohibir la entrada del aficionado.
“El club tuvo en cuenta la negativa realizada por la persona, así como una serie de evidencias de video y de expertos en lectura de labios, que indicaron que la persona usó palabras que son insultos racistas”, señaló el equipo londinense.
Excélsior