Christian “N”, el médico acusado de asesinar a Mateo, se disparó antes de ser capturado

El caso del niño Mateo Santiago, de tan solo 12 años, ha conmocionado a Guanajuato y al país entero. Su desaparición, reportada el 3 de febrero, movilizó a su comunidad y a las autoridades, quienes cuatro días después hallaron su cuerpo sin vida. Las investigaciones llevaron a la captura de Christian “N”, un médico señalado como el presunto responsable del homicidio.

La búsqueda de Mateo y las pistas clave

Mateo fue visto por última vez al salir de la Escuela Secundaria Técnica 39. Su familia y vecinos iniciaron una búsqueda desesperada en las colonias Las Mandatarias y Chapalita, donde vivía. Pronto, las autoridades revisaron cámaras de seguridad y descubrieron que el menor había ingresado a un consultorio médico propiedad de Christian “N”, con quien realizaba labores de limpieza.

Las sospechas se intensificaron, y la policía montó un operativo en la casa del médico, ubicada en la colonia Villas de Palermo.

Disparos y confesión: la detención de Christian “N”

Cuando los agentes llegaron a su domicilio, Christian “N” se percató de su presencia y, antes de que pudieran ingresar, se disparó dos veces en un aparente intento de suicidio. Al entrar a la vivienda, los oficiales encontraron al médico herido, pero consciente. Presuntamente, en ese momento confesó haber asesinado a Mateo con un disparo en la cabeza y reveló la ubicación del cuerpo.

A pesar de sus lesiones, el sospechoso fue trasladado a un hospital, donde se encuentra estable. En los próximos días, enfrentará cargos por el homicidio del menor.

Una posible segunda persona involucrada

Siguiendo la información proporcionada por Christian “N”, las autoridades hallaron el cuerpo de Mateo en un predio entre los límites de Guanajuato y Jalisco. La Fiscalía estatal confirmó que hay una línea de investigación sobre la posible participación de un cómplice, cuya identidad ya ha sido identificada, pero aún no revelada.

Mientras tanto, la familia de Mateo exige justicia y que el crimen no quede impune, pues temen que este no sea un hecho aislado y que el médico haya cometido otros delitos.

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