Cien palomas mensajeras de competencia fueron soltadas a la salida de la misa de cuerpo presente de los féretros que resguardaban los cuerpos de Manuel Palacios Alcocer y de José Oleszcovski Wasserteil. Las aves aletearon hacia el cielo en señal de despedida al médico y empresario fallecidos en lamentable accidente ocurrido este viernes en San Luis Potosí.
A las 2:00 de la tarde se llevó a cabo la Eucaristía en la capilla del Seminario de los Operarios del Reino de Cristo, espacio que resultó insuficiente dada la asistencia de centenares de amigos y familiares. Muchos tuvieron que ocupar los pasillos y jardines del pequeño Seminario ubicado frente al Hospital de la Santa Cruz, que Manuel Palacios administrara durante muchos años.
Duelo total expresado en la vestimenta negra, en los rostros dolientes, en los abrazos solidarios ofreciendo el pésame y dando ánimos, en el silencio apenas roto por susurros.
En la homilía el padre Jesús Santos Licea Anguiano, de la Confraternidad de los Operarios del Reino de Cristo, pedía que “nuestra esperanza no vacile, que el padre de la misericordia y Dios de todo consuelo nos conforte en estas tribulaciones”.
Recordó que peregrinos somos en esta vida. “Este mundo es fabuloso, sí, pero somos peregrinos en esta tierra, y esta sensación nos acompañará hasta el último latido del corazón, hasta el último suspiro del alma; estas palabras se confirman hoy con nuestros hermanos Manuel y José, que han sido llamados ante la presencia del Altísimo, han terminado su peregrinar en esta tierra”, dijo el sacerdote, enfatizando “que la vida no termina en el sepulcro”.
Las familias Oleszcovski y Palacios Alcocer fueron acompañadas por amigos y políticos, no sólo priístas, el signo político de la familia del ex gobernador Mariano Palacios, como Jorge López Portillo, Roberto Loyola, Luis Cevallos, Alejandro de los Cobos y Tonatiuh Salinas; también panistas y verdes, como el senador Francisco Domínguez y el diputado Ricardo Astudillo.
Los empresarios de la construcción Abraham González y Alejandro Cabrera también acudieron a darles el último adiós a sus amigos.
Al final, a las puertas del Seminario, el aplauso de los presentes y el aleteo del centenar de las palomas propiedad de Jaime y Humberto Palacios, en señal de adiós a su hermano Manuel, todos ellos colombófilos. Ya sólo quedaba la salida de dos camionetas negras de la funeraria que trasladó los cuerpos al crematorio. Que descansen en paz.
http://www.oem.com.mx/elsoldesanluis/notas/n3012333.htm
Fotografía de Televisa.