La Corte Suprema de Ohio decidió que un cliente que pidió alitas de pollo deshuesadas debería haber previsto la posibilidad de encontrar un fragmento de hueso y evitado ingerirlo. En una votación de 4-3, la Corte rechazó la demanda de 2017 presentada por Michael Berkheimer contra el restaurante Wings on Brookwood y sus proveedores de pollo, confirmando el fallo de tribunales inferiores.
El juez Joseph T. Deters afirmó que las “alitas deshuesadas” son solo un estilo de cocina y no garantizan la ausencia total de huesos. Además, explicó que los vendedores de alimentos no son responsables cuando los clientes pueden anticipar y protegerse contra una sustancia peligrosa en su comida. La “expectativa razonable” del cliente incluye si la sustancia peligrosa es natural o extraña en el alimento.
Berkheimer, acompañado de su esposa y amigos, visitó Wings on Brookwood en el condado de Butler en 2016. Ordenó alitas deshuesadas con salsa de ajo y parmesano, y mientras comía el tercer trozo, sintió que un fragmento de hueso bajaba por su garganta. Después de varios días con fiebre y dificultad para comer, un médico descubrió un hueso de pollo alojado en su esófago, confirmando la fuente de sus molestias.
La mayoría de la Corte sostuvo que el Tribunal de Apelaciones del Duodécimo Distrito actuó correctamente al concluir que el restaurante no era responsable por las lesiones de Berkheimer, quien se tragó un hueso de 0.95 cm encontrado en una alita deshuesada de una pulgada.
La Corte Suprema de Ohio, en una decisión dividida, concluyó que los restaurantes no son responsables cuando los clientes pueden anticipar y evitar peligros razonablemente.