Los clubs de golf, privados y afiliados a la Federación Mexicana de Golf adonde acude la élite política y empresarial, gozan al menos de 8 millones 05 mil metros cúbicos al año de aguas nacionales (253 litros por segundo) a través de concesiones vigentes otorgadas por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) documentadas en el Registro Público de Derechos de Agua de los noventa a 2021.
Esta cantidad equivale a más de los 200 litros por segundo (6 millones 307 m3/año) que la industria de Nuevo León está aportando de pozos para los hogares y negocios del área metropolitana que llevan cuatro meses con tandeo y con la prohibición gubernamental de regar jardines ante la sequía que se expande en la región norte.
Un campo de golf mide en promedio 60 hectáreas, lo que requiere 200 millones de galones al año (757 millones de litros), plantea la consultora de gestión de agua Fluence. Jesús Topete, secretario del comité de responsabilidad social de la Federación Mexicana de Golf, dijo en entrevista con SinEmbargo que en el país hay unos 300 clubs de golf, pero los 172 afiliados a la Federación cuentan con plantas tratadoras para regar sus campos con aguas residuales o usan agua marina en los de las zonas costeras, por lo que el agua nacional concesionada potable la emplean para los baños, regaderas y restaurantes de los clubs.
Entre los campos afiliados está el Club Campestre Monterrey que tiene 349 mil 200 m3/año de agua subterránea (11 l/s) a partir de una asignación (2NVL102519/24EMGE95) en mayo de 1996. Se ubica en San Pedro Garza García, uno de los municipios más ricos del país.
“El cien por ciento de los clubes de golf ya tienen construida su planta de tratamiento de aguas negras. Los campos no se riegan con agua potable, sino con aguas residuales tratadas”, aseguró Topete. “El agua potable, las concesiones de Conagua, son específicamente para restaurantes y baños”.
Pero no todos los clubs, sobre todo los turísticos, están afiliados a la Federación que dice contar con plantas tratadoras. En junio, vecinos de la “Hacienda Misiones” en Santiago, Nuevo León, publicaron un video donde se observan aspersores regando durante el día el pasto de golf para conservar su estético verdor. Para el 25 de julio, tras una inspección de autoridades hídricas y la amenaza del Gobernador Samuel García de cortarles el suministro si no era con agua tratada, otro video mostró cómo se regó el campo durante la madrugada. Los vecinos sospechan que cuentan con pozos clandestinos.
A estos clubs privados con costosos accesos, como muestran las revistas del corazón, acuden líderes empresariales o políticos para hacer relaciones públicas mientras le atinan a los 18 hoyos a lo largo de decenas de hectáreas verdes, entre ellos, el Diputado y exgobernador de Coahuila Rubén Moreira o el dirigente nacional del PRI Alejandro Moreno Cárdenas.
Desde el Club de Golf en la Ciudad de México, el expresidente Miguel de la Madrid (1982-1988) dijo hace unos años en entrevista con TV Azteca: “[En un campo de golf] se habla de trabajo y de negocios, pero la solución se encuentra en las oficinas. Aquí se cambian impresiones”.
En ese Club de Golf, contó Jesús Topete de la Federación Mexicana de Golf, cuentan con una planta tratadora para el pasto y con otro tratamiento terciario para baños y mijitorios. “El siguiente paso sería, pero eso todavía no nos lo permite la ley, potabilizar para usarlo en regaderas y consumo humano”, aseveró. Además, destacó, el club está ubicado sobre una zona volcánica que recarga el acuífero subterráneo del Ajusco, al sur de la ciudad. “El agua que llueve y se infiltra en nuestro campo ayuda para la recarga del acuífero”, dijo.
Considerando el mayor volúmen de aguas nacionales concesionado a clubs de golf, en el REPDA de Conagua destacan tres afiliados a la Federación Mexicana de Golf que asegura tener plantas tratadoras: el Club Campestre Lomas de Cocoyoc, en Morelos, con un millón 218 mil m3/año; seguido del Paraíso Country Club en Morelos, con 875 mil 530 m3/año, que cobra 150 mil pesos de inscripción; y el Club de Golf Malinalco, Estado de México, con 788 mil 400 m3/año, como muestra la tabla. Es decir, los tres jalan 91 litros por segundo.
“En cada asamblea nosotros hemos tratado el tema con los presidentes de los clubs de todo el país con reuniones en línea, estamos preocupados en el ahorro del consumo de agua”, dijo Topete.
PRIORIDADES DE USO DE AGUA
Este año la Conagua reporta que el 48 por ciento del país está en sequía al corte de julio. El estiaje extremo se concentra en el norte, donde se reportan muertes por calor y tandeos de agua en zonas de Baja California, Sonora, Coahuila, Chihuahua y Nuevo León.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador firmó un decreto para mitigar el déficit del recurso en Nuevo León, cuyas dos principales presas están semivacías, y prohibió dar más concesiones para ciertos sectores en la región norte abrasada por la canícula. También, dijo, se está analizando pedir al Legislativo reformar la salinista Ley de Aguas Nacionales para tener un mejor control de las concesiones.
“Conagua ya no va a otorgar concesiones, pero tiene que ver también con las autoridades estatales y municipales. En algunos casos. Por ejemplo, la minería, fracking”, dijo esta semana en Palacio Nacional. “Ya hay que pensar que no sólo es importante el capital, es importante la fuerza de trabajo y es importante el agua en un proceso productivo, como el gas, pero no nada más el capital”.
Dentro del Registro Público de Derechos del Agua de Conagua se reporta una concesión de aguas nacionales dada apenas en abril de 2021 al Club Campestre Querétaro por 743 mil 390 m3/año (23 litros por segundo).
“Estamos muy conscientes del problema sobre todo en la parte norte de nuestro país que tiene muchas áreas desérticas. La Federación lo que ha intentado es informarse y poner el tema en la mesa para que los presidentes y, sobre todo los intendentes de campo, sean muy cuidadosos con sus sistemas de riego, válvulas, aspersores y que se utilice sólo el agua que el campo requiere”, aseveró Jesús Topete, Secretario y Comité de Responsabilidad Social.
El artículo académico “Análisis Crítico del Consumo de Agua en Establecimientos Hoteleros de México” (Revista Rosa Ventos, 2019) expone que el sector turístico de sol y playa absorbe grandes cantidades de agua, incluyendo los hoteles y riego de campos de club de golf. El documento universitario, publicado en la revista Agua y Territorio de la Universidad de Jáen en España, cita un caso de Oaxaca.
En el periódico Noticias Oaxaca, en 2017 se reportó que “mientras que decenas de miles de personas en Santa María Huatulco padecen escasez de agua, el campo de golf de Bahías de Huatulco desperdicia para riego de su césped mil millones 350 mil litros de agua potable al año, situación que ha sido denunciada de manera insistente, sin que ninguna autoridad federal, estatal y mucho menos del municipio, implemente acciones para evitarlo”.
Los autores del artículo, María Ibarra-García de la UNAM y Edgar Talledos-Sánchez del Colegio de San Luis, comentan que en ese caso “es claro cómo al agua se le da uso preferencial en el sector turístico e inmobiliario, en detrimento de la población”.
Exponen que el agua de la cual se surte ese campo de golf privado de la bahía Tangolunda la proporciona Fonatur a través de Baja Mantenimiento al ser un servicio turístico. Dado que el agua que llega al hotel, al campo de golf, a los restaurantes y a las casas proviene de la misma fuente, origina que exista “una acumulación de agua dentro de la zona hotelera para el uso del turismo, y otra zona con ninguna opción de almacenar agua, dado que no tiene permitido poseer cisterna”. En épocas de gran afluencia de turismo (Semana Santa, verano y época navideña), la población de Huatulco queda a la venía del Fonatur para poseer agua.
En el caso de los clubs de áreas turísticas afiliados a la Federación Mexicana de Golf como el Cancún Country Club, dijo Jesús Topete, recurren a regar con agua de mar. “Es una variante de pasto que se puede regar con agua marina para minimizar el uso del agua en los clubes”, afirmó.
Sin Embargo