Estados Unidos suspendió este domingo, 26 de enero, las sanciones que había anunciado contra Colombia luego de que el gobierno del presidente Gustavo Petro aceptara los términos de la política migratoria impulsada por Donald Trump. El acuerdo pone fin a la disputa diplomática originada por la negativa inicial de Colombia a recibir vuelos militares con migrantes deportados.
El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, confirmó la resolución del conflicto en una rueda de prensa, declarando que Colombia aceptará el retorno de sus ciudadanos deportados por Estados Unidos. “Seguiremos recibiendo a los colombianos y colombianas que retornen en condición de deportados”, afirmó.
De la Tensión a la Negociación
El conflicto se intensificó luego de que el presidente Petro ordenara impedir el aterrizaje de aviones estadounidenses con migrantes deportados, argumentando que sus connacionales estaban siendo tratados de manera indigna. En respuesta, Trump anunció aranceles a las importaciones colombianas, restricciones de viaje y la revocatoria de visas para funcionarios del gobierno colombiano.
Por su parte, Petro respondió con medidas similares, instruyendo a su gobierno a imponer aranceles a productos estadounidenses y explorar nuevos mercados para las exportaciones colombianas. Hasta ahora, no se ha confirmado si Colombia retirará estas contramedidas.
El presidente colombiano defendió su postura inicial en la plataforma X, declarando que “un migrante no es un delincuente y debe ser tratado con la dignidad que un ser humano merece”.
Implicaciones Políticas y Económicas
La disputa representa el primer choque diplomático entre Petro y Trump, quien asumió la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero con una política de mano dura contra la migración irregular. A pesar de la resolución del conflicto, el episodio pone en evidencia las tensiones entre ambos gobiernos en temas migratorios.
Estados Unidos, principal socio comercial de Colombia, ha mantenido durante décadas una estrecha cooperación militar y económica con el país sudamericano, enfocada principalmente en la lucha contra el narcotráfico y las guerrillas. Sin embargo, el incidente muestra los desafíos que enfrenta esta relación bilateral bajo las nuevas políticas migratorias de Trump.
Solidaridad Regional y Respuestas
La política de deportaciones de Trump ha generado indignación en otros países de América Latina. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, expresó su solidaridad con Colombia, mientras que Brasil denunció como un “flagrante desprecio” el trato recibido por migrantes brasileños deportados, quienes fueron esposados durante los vuelos de regreso.
En respuesta a estas medidas, países como México, Honduras y Cuba han anunciado programas para apoyar a sus ciudadanos deportados, brindándoles refugio, ayuda económica y acceso a oportunidades de empleo.
