Columna Las 9 esquinas: SE LE CONOCE COMO VOTO OCULTO

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No es un fenómeno nuevo, sólo que esta vez parece que será de proporciones mayores y puede influir de manera importante en los resultados finales de las elecciones del próximo domingo. Me refiero al trasvase de votos. Es decir, los sufragios que militantes de un partido depositan coyunturalmente a favor de candidatos de otros partidos, fuera de coaliciones, alianzas o pactos formales. Se trata, en la inmensa mayoría de los casos, de votos que expresan inconformidad, disgusto o castigo con los propios institutos políticos en que se milita.

Al día de hoy, hay presidentes municipales, diputados y líderes priístas de diversos tamaños y sectores consiguiendo votos para Fernando Calolo Pérez Espinosa, al igual que hay presidentes municipales, diputados y líderes panistas de diversos tamaños y sectores consiguiendo votos para Juan Manuel Carreras.

En una primera aproximación, parecería que la única perjudicada en este peculiar cruzamiento de votos es la candidata panista Sonia Mendoza, toda vez que incluso una parte de las boletas a su favor que previsiblemente obtendrá el candidato de Movimiento Ciudadano, Eugenio Govea, provendrán de electores que oficialmente militan o simpatizan con Acción Nacional.

Cada uno de los muchos y dispersos protagonistas de este proselitismo a favor de los adversarios resultan tener motivaciones coincidentes: su partido les negó la candidatura que buscaban, su gallo perdió en la contienda interna, el candidato (a lo que sea) se negó a negociar y/o la dirigencia del partido los trató mal, les hizo trampa o los desdeñó.

Vistas las cosas con más detenimiento, en el fondo del fondo son consecuencias de la incapacidad que mostraron tanto el PRI como el PAN para superar sus diferencias internas y cicatrizar las heridas que dejaron la postulación de Carreras y Sonia. Si el tricolor hubiera podido retener a Calolo y el albiazul conseguido que Octavio Pedroza, Alejandro Zapata, Mario Leal y tantos otros trabajaran para Sonia, la cantidad de votos fugitivos se perfilaría menor.

Aunque, reitero, este no es un fenómeno nuevo, las señales que flotan en el aire apuntan a que el domingo se presentará en volúmenes más elevados, tanto que estarían minando el grado de acierto de las diversas encuestas serias conocidas hasta ahora. Es comprensible que quien esté pensando otorgar su voto a un candidato de otro partido no lo manifieste, ni siquiera en el anonimato de la boleta y urnas simuladas que utilizan las encuestadoras más acuciosas.

Sigo convencido de que a tres días de que se instalen las casillas, nadie tiene asegurado el triunfo, y los resultados finales traerán sorpresas. Agradables para unos, desagradables para otros y terribles para algunos más.

VOCACIÓN DE CHUECO

El primer dato que llamó la atención en el equipo de campaña del Güero es que un espectacular ubicado sobre la Salvador Nava, a la altura del estadio de beisbol, que tradicionalmente ha sido prestado -no rentado- al PRI, ahora fuera puesto a disposición de Sonia Mendoza para su propaganda. Llamó la atención porque es propiedad de José Luis Romero Calzada, candidato de la coalición PRI-PVEM a diputado local por el IV distrito con cabecera en Salinas.

Ya con el ojo encima, fue fácil detectar que hace cosa de un mes, Romero Calzada se reunió en el restaurante La Vaca, sobre Carranza a una cuadra del jardín de Tequis, con varios operadores de la campaña de Sonia, que incluso llegaron vistiendo camisas de campaña bordadas con los logotipos de rigor. No sabemos si por las prisas o por mala leche. El conciliábulo nocturno se llevó a cabo en un reservado discreto, pero no escapó a las miradas atentas.

Días más tarde se supo de qué se trataba: fundadamente temeroso de perder la elección, sobre todo porque en las primeras semanas de campaña echó pleito con medio mundo en su distrito, incluidos los hermanos Páez de Salinas que le habían prometido apoyo total, Romero Calzada, también conocido como El Tekmol, buscó con los panistas que le ayudaran a sacar adelante su diputación y él por su parte apoyaría a la candidata panista a gobernadora.

Este caso lo abordamos separado de los genéricos mencionadas párrafos arriba, porque Romero Calzada no tiene motivos de agravio ni con los partidos que lo postulan ni por sus procesos internos. Él es oficialmente propuesta del PVEM (le compró la candidatura a Manuel Barrera) y obtuvo el respaldo del PRI por el convenio general de alianza entre ambos partidos. O sea…

No sé si tenga relación con lo anterior el hecho de que en días recientes comenzaron a circular en las redes sociales varias fotografías infamantes del propio Tekmol, pero tampoco me sorprendería. Luego de que las vi pensé que el Verde procedería de inmediato a solicitar la renuncia de Romero Calzada a la candidatura, no tanto por razones moralistas sino por puro sentido práctico: si llega a ganar, será un diputado muy vulnerable, anulado, inoperante. Cada vez que haya una votación importante no faltaran los inconformes que hagan pancartas con esas fotos y se las restrieguen en la cara en pleno salón de sesiones. Si no renuncia o pierde, sus tres años de legislador serán un martirio para él y los suyos.

PODEROSO CABALLERO

La semana anterior comentamos aquí que con 30 o 40 millones de pesos es posible para el partido o candidato que los tenga conseguir de manera ilegal suficientes votos para asegurarse el triunfo en las inminentes elecciones. Lo que a continuación sigue no tiene que ver con compra o falsificación de votos. Es decir, no se trata de cuestiones ilegales, pero que son indispensables para los contendientes y cuestan también millones de pesos.

El domingo se instalarán casi 3 mil 500 casillas en todo el estado (3 mil 478 para ser exactos). Por ley, los partidos pueden acreditar hasta cuatro representantes por casilla: dos propietarios y dos suplentes. Esto es lo conveniente porque prácticamente todas las mesas de votación se desdoblan en dos para hacer más ágil la votación.

Para asegurarse la mayor cobertura posible, los partidos mayores ofrecen un estímulo económico a cada uno de esos representantes, que idealmente deberían ser 14 mil entre propietarios y suplentes, para que se desplacen a y desde la casilla correspondiente y puedan comprarse una comida decente sin poner de su bolsillo. El PRI, el PAN, el PRD y el PVEM están ofreciendo cantidades distintas. El promedio anda en los mil pesos aproximadamente. Esto significa que si alguno de ellos quiere contar con el cien por ciento de sus enviados, debe desembolsar, por ese sólo concepto, hasta 14 millones pesos.

Luego, los partidos pueden acreditar un representante general por cada 10 casillas en zona urbana y cinco en zona rural. Para el domingo, el total son 545, que cuestan más por su consumo de combustible. Fácil cuestan otros 2 millones de pesos.

Lo habitual es que logren contar con entre el 50 y el 80 por ciento de representantes, con lo cual su requerimiento financiero real será de entre 8 y 13 millones de pesos. Sí los tienen, pero deben disimular con virtuosismo su aplicación porque podrían exceder fácilmente los topes de campaña. Ya se sabe que conforme a la nueva legislación, si el rebase es superior al 5 por ciento del gasto permitido, se castiga anulando la elección.

Una aclaración pertinente: ese nivel promedio de cobertura no quiere decir que un 50 o un 20 por ciento de las casillas se queden sin representación de partidos. A final de cuentas hay personeros partidistas en todas porque las ausencias no se dan en las mismas. Esto quiere decir que si en alguna no llegaron los enviados del PRI y del PRD, seguramente habrá del PAN o del Verde o de Morena o de Movimiento Ciudadano o a la inversa.

Y de la famosa “movilización” del mero día, que consiste en varios miles de movilizadores que toquen puertas y ofrezcan aventón a los militantes previamente identificados y contactados, ya ni hablamos porque no hay una base de datos confiable, ya que si bien no es una actividad de suyo ilegal, anda en la orillita y por esos sus cifras se guardan con gran celo en todas las formaciones políticas. Pero por supuesto que su costo es fácilmente superior al de los representantes de casilla. Acá pueden ser menos los operadores pero cuestan mucho más, combustible, viáticos y compensación incluidos.

En resumen, se pueden tener legiones de seguidores pero sin dinero, sin mucho dinero, difícilmente se ganan unas elecciones, aquí y en China.


COMPRIMIDOS

Salvo que algo ocurriera de hoy al sábado, todo indica que el manto de la impunidad seguirá cubriendo indefinidamente a Victoria Labastida y cómplices, con lo que las declaraciones del procurador García Covarrubias ofreciendo lo contrario, hace cosa de un mes, viene a ser otra muy inoportuna burla a los potosinos, que sin duda va a tener su costo en las urnas. Y si a esto le agrega usted el comportamiento oficial semejante en el caso del homicidio en la residencia de la familia Rangel Mancilla, peor.

Hechos violentos graves, como los homicidios de la lideresa priísta de Lagunillas y de la viuda del también asesinado alcalde El Naranjo, indebidamente se han vinculado al proceso electoral en curso, generando una imagen distorsionada. Lo que sí no tiene vuelta de hoja como abierto desafío a la autoridad, aún sin ser un hecho cruento ya que según se sabe no hubo ni heridos, es el desplante del alcalde de San Vicente Tancuayalab, Jesús Soni Bulos. Sabe que de aquí a que se actúe en su contra habrán pasado las elecciones y se habrá salido con la suya.

La designación como magistrado del Supremo Tribunal de Justicia hecha por el Congreso del Estado a favor del abogado Armando Oviedo va a ser materia de un largo litigio con el removido Armando Martínez Vázquez, quien ayer mismo se disponía a solicitar el amparo de la justicia federal, en principio y según tenemos entendido porque le fue negado el sacrosanto derecho de audiencia, ya que los señores diputados no se molestaron en llamarlo y escucharlo. No es nada remoto que ocurra lo que hace algunos años con Carlos Alejandro Robledo y Javier García Rodríguez, que entraron y salieron de magistrados tres o cuatro veces.

Muy a tiempo y discretamente, el Consejo Estatal Electoral y el Gobierno del Estado resolvieron sus diferencias en materia presupuestal. Finalmente la Secretaría de Finanzas apoquinó lo que debía, pero ya sin declaraciones ni aclaraciones. Lo que importa es que se eliminó ese riesgo para los comicios.

Hasta el próximo jueves.

 

Fuente: Pulso

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