Del 11 al 22 de marzo la sede de Naciones Unidas en Nueva York estará acogiendo a representaciones de todo el mundo tanto de los gobiernos como de las organizaciones sociales para el Sexagésimo tercer periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW) que en esta ocasión se centra en los temas de sistemas de protección social, acceso a los servicios públicos e infraestructura sostenible para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.
La Comisión se instituyó en 1946 con el objetivo de constituirse en un órgano exclusivo para preparar recomendaciones sobre la promoción de los derechos de las mujeres en el ámbito político, económico, civil, social y educativo, pero además asume también el análisis y la supervisión del estado de avance y de los obstáculos en el cumplimiento de compromisos concretos como la Plataforma de Acción de Beijing y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
En esta ocasión el Reporte preliminar del grupo experto señala que a nivel global luego de sesenta y tres años desde la primera convocatoria de la Comisión se han obtenido progresos significativos como los son el acceso de un mayor número de mujeres a la protección social o la disminución de las tasas de mortalidad gracias al mejor alcance que están dando los países en la atención de la salud materna. Además actualmente hay más mujeres preparándose profesionalmente en campos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas por lo que la división sexual del conocimiento a partir de estereotipos de género comienza a derribarse.
Sin embargo las condiciones políticas y económicas recientes generan a los y las expertas una profunda preocupación, por ejemplo que en nombre de la austeridad muchos avances en la provisión de protección social y la extensión de los servicios públicos están bajo amenaza de recortes, aun cuando la desigualdad económica entre los países y dentro de ellos está aumentando, tal es el caso de América Latina que después de una década de declive significativo vuelve a elevar sus índices de pobreza, lo que desde luego afecta como ya sabemos principalmente a las mujeres.
Otra gran preocupación que se advierte y se señala textualmente en el reporte es que las ideologías profundamente patriarcales estén obteniendo el poder en los gobiernos en parte porque tienden hacía el autoritarismo y también debido a que suelen realizar acciones dirigidas a reprimir los derechos humanos, debilitar las instituciones democráticas y a la sociedad civil que es fundamental para mantener la libertad humana, la dignidad, el progreso y la justicia social.
Precisamente estas formas de poder, señala el grupo experto, tienden a establecer un discurso machista que pretende que las mujeres sean relegadas al hogar, que están en contra de la igualdad de género y buscan eliminar los logros alcanzados por los feminismos dentro de los países.
Si esto no le suena familiar y vigente, cabe una cosa más: nuestro país ha sido noticia, como no lo sería ante las amenazas de retroceso que tiene este régimen y que se ciernen sobre la política de género, concretamente en las estancias infantiles y los refugios para mujeres en riesgo de violencia feminicida, así lo reportó ayer el medio feminista Sem México que cubrió la denuncia pública hecha en este evento internacional por parte de Martha González Rentería del Centro de Atención a la Mujer Trabajadora de Chihuahua ante la incertidumbre de estas políticas y el discurso de odio del presidente de México para con las organizaciones de la sociedad civil.
Todo encaja perfectamente y debería llamar nuestra atención. A más ver
Claudia Almaguer
Twitter: @Almagzur