El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) e Irán acordaron hoy un calendario de actividades para poder certificar antes de fin de año si el programa nuclear de Teherán tiene o no objetivos militares.
Capacidad nuclear. Irán eliminará dos tercios de sus centrifugadoras de uranio en diez años y se deshará del 98% de su depósito de uranio para perder la posibilidad de crear un arma nuclear. Una vez las instalaciones iraníes sean reducidas según los términos del acuerdo, hará falta un año para que Teherán vuelva a tener capacidad para fabricar la bomba atómica, frente a los tres meses actuales, explicó hoy el secretario de Estado norteamericano, John Kerry. El acuerdo pone una limitación de 15 años a la cantidad de uranio enriquecido que Irán puede tener: un máximo de 300 kilos de hasta el 3,67% de uranio enriquecido.
Reactor en Irak. Irán también debe modificar el núcleo de su reactor en Irak por lo que ya no va a producir plutonio para armas. Además, se ha acordado el envío, fuera del país, todo el combustible usado del reactor. Esto seguirá en vigor durante toda la vida útil del reactor.
Inspecciones. Las instalaciones iraníes, incluyendo los centros militares -muy a pesar del ayatollah Ali Khamenei- serán sometidas a inspecciones y controles del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Los inspectores del OIEA tendrán acceso las 24 horas a las instalaciones iraníes y a toda la cadena de suministro nuclear para asegurarse que Irán no desvíe materiales a ubicaciones secretas. Irán tendrá derecho a confrontar cualquier petición de la ONU y una junta de arbitraje, compuesta por Irán y las seis potencias mundiales que negociaron el pacto, tendrá que decidir sobre el tema.
Reuniones. Las potencias se reunirán con Irán cada dos años, o antes si la situación lo amerita, para revisar el cumplimiento del acuerdo.
Mejores relaciones. Restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos e Irán, países que se han calificado mutuamente de “principal estado patrocinador de terrorismo” y “el Gran Satán”.
Embargo de armas. Se mantendrá el embargo de armas impuesto por Naciones Unidas a Irán durante cinco años más, aunque podría finalizar antes si la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) aclara definitivamente que Teherán no está trabajando en armas nucleares. Las restricciones de la ONU a la trasferencia de tecnología de misiles balísticos a Teherán podrían durar al menos ocho años más.
Sanciones: A medida que Irán cumpla con las condiciones, se levantarán por etapas las sanciones económicas adoptadas desde 2006 por Estados Unidos, la Unión Europea y la ONU, serán levantadas progresivamente a partir de 2016 si la República Islámica cumple con sus compromisos. Los beneficios económicos para Irán son potencialmente inmensos. Está previsto que reciba más de 100.000 millones de dólares en bienes congelados en el extranjero, y que se levante el embargo europeo sobre su petróleo, así como varias restricciones a sus bancos. En caso de violación del acuerdo, podrán ser establecidas, y esa reversibilidad durará 15 años.
Fuente: MVS