Con globos blancos, familiares y amigos le dan el último adiós a Kimberly Herrera Torres, quien fuera asesinada el pasado jueves 30 de abril, en Guadalajara.
Kimberly Herrera soñaba con ser dentista. Sus familiares y amigos la recuerdan como una joven inteligente, amable y que ayudaba a cualquier persona cuando lo necesitara.
Al bajar de los autos con sus rostros desencajados, mostrando su gran tristeza por lo ocurrido, dieron un recorrido por el Renacimiento hasta llegar al lugar donde serían depositados los restos de Kimberly.
Rodeando su tumba, amistades de la joven portaban una camisa en la que emitían una esperanza de algún día volver a ver a la hoy occisa. “No es un adiós, sino un hasta pronto Kimberly”, se podía leer en la camisas blancas con una fotografía de la víctima al frente. En las manos, portaban globos blancos que serían soltados como símbolo de alguna esperanza.
Su vida se apagó cuando un sujeto le clavó dos puñaladas y la dejó en el interior de una camioneta Liberty, en Guadalajara. Cuando empezaron a bajar el cuerpo y a la par, las lágrimas de quienes tanto la amaron corren por sus caras.
Algunos más tratan de contener el llanto, pero pierden el control al ser tan grande el dolor.
Finalmente, los trabajadores hacen lo suyo y terminan por cubrir completamente el cuerpo de Kimberly.
En las manos, portaban globos blancos que serían soltados como símbolo de alguna esperanza. La joven fue sepultada en el panteón Renacimiento ubicado en el Libramiento Luis Donaldo Colosio.
Fuente ; El Debate
