La falta de vigilancia en la zona circundante del cerro de La Corona, ha facilitado que personas dedicadas al robo de metales puedan, en pleno día, sustraer largos tramos de malla ciclónica sin preocuparse de que alguien los “cache en la movida”.
Ayer miércoles, fue posible ver, al mediodía, a una persona de entre 25 y 35 años arrancando malla instalada para delimitar los terrenos ahora particulares que rodean al icónico cerro de La Corona o “cerro de la Pepsi” como fue conocido hace algunas décadas debido a las grandes letras blancas de esa marca de bebidas que fueron pintadas en su falda.
El ladrón, sin pena alguna, arrancó un tramo de malla y con toda calma lo enrolló para luego acomodarlo en un carro de supermercado que, casi con toda seguridad, también fue robado de algún establecimiento.
Los ladrones de metal, por años, se limitaron a robar materiales únicamente en la zona centro o en colonias consideradas “populares”, pero en la actualidad parecen operar en cualquier rumbo y en horarios más amplios.
La persona que, en este caso, se llevó parte de la malla delimitadora del cerro, es probable que viva en las cercanías, pues resulta poco práctico caminar grandes distancias empujando lo que ahora considera como “su” carro de supermercado.
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