Cada vez más mujeres en San Luis Potosí se suman al trabajo como conductoras en plataformas de transporte, buscando una fuente de ingresos flexible. Sin embargo, este oficio no está exento de peligros, y ante los riesgos de ser víctimas de un ataque, las conductoras han desarrollado estrategias para protegerse y continuar trabajando de manera segura.
El reciente asesinato de Dariana Posadas, una joven de 22 años que ofrecía servicios de transporte a través de plataformas, ha encendido las alertas entre las conductoras. Saben que no están libres de peligro, y es por ello que toman precauciones adicionales.
Patricia, de 38 años, lleva más de tres años trabajando como conductora y ha experimentado varias situaciones incómodas. Comenzó en este oficio para complementar sus ingresos, pero pronto descubrió que ser mujer en este campo implica enfrentar desafíos particulares. En una ocasión, un pasajero le hizo preguntas personales que la incomodaron. Para protegerse, Patricia siempre tiene un plan de escape en mente. “Si me siento amenazada, intento mantener la calma, busco un lugar público para detenerme o llamo a alguien de confianza”, explicó. Además, utiliza una aplicación de emergencia que permite a sus familiares seguir su ubicación.
Luisa, de 26 años, optó por trabajar solo durante el día para minimizar los riesgos. Comparte su ubicación en tiempo real con su familia, lo que le da más tranquilidad. “Si ven que me detengo en un lugar por mucho tiempo, me llaman para asegurarse de que todo esté bien”, comentó. A pesar de tomar estas precauciones, el miedo sigue presente, como cuando una vez recogió a un grupo de hombres agresivos. “Me mantuve tranquila, pero es algo que queda en la mente”, recordó.
Verónica, de 42 años, ha sido conductora durante más de cinco años y ha aprendido a usar todas las herramientas de seguridad que ofrecen las plataformas. Revisa la calificación de los pasajeros antes de aceptar un viaje y siempre graba los trayectos con una cámara visible para los pasajeros. “Eso les da la impresión de que todo está registrado, lo que me ayuda a sentirme más segura”, afirmó.
Estas conductoras también se han unido en redes de apoyo, formando grupos de WhatsApp exclusivos para mantenerse en contacto y alertarse mutuamente ante cualquier situación de riesgo. Algunas incluso prefieren transportar pasajeras para reducir los peligros a los que están expuestas.
A pesar de los riesgos, el número de mujeres conductoras sigue en aumento. Según cifras de una conocida plataforma de transporte, el 34% de los conductores son mujeres, y esta cifra continúa creciendo.