Lidia Argüello Acosta, quien recientemente participó en el proceso interno del Partido Acción Nacional (PAN) para la dirigencia estatal, fue destituida de sus cargos como representante del partido ante el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (CEEPAC) y como empleada del Comité Directivo Estatal del PAN. Esta decisión, tomada apenas dos días después de la elección interna, ha sido señalada por la propia afectada como un acto de represalia política.
La exrepresentante expresó su sorpresa al descubrir su destitución al ser eliminada de los chats internos de representantes del PAN. “Pensé que aún había un mínimo de respeto hacia la dignidad de las personas, pero nunca fui notificada formalmente”, comentó, subrayando que las acciones en su contra reflejan la tensión derivada de los recientes comicios internos.
Argüello había competido contra Verónica Rodríguez en las elecciones internas del PAN el pasado 8 de diciembre, obteniendo 33 votos. Posteriormente, impugnó los resultados alegando diversas irregularidades, incluyendo presuntas intervenciones indebidas por parte del ayuntamiento de la capital. Estas acciones legales han incluido la impugnación del proceso desde su notificación inicial a los Comités Municipales hasta las resoluciones de la Comisión de Justicia del partido.
La afectada calificó como “burda” la respuesta de la Comisión de Justicia del PAN, alegando graves violaciones a los estatutos y reglamentos del partido. Entre sus señalamientos, destacó la existencia de actas duplicadas, firmas falsas y licencias inexistentes. Ante esta situación, Argüello confía en que el Tribunal Electoral pueda fallar a su favor, dado que considera evidentes las irregularidades cometidas.
Mientras tanto, su destitución de los cargos dentro del PAN es vista como un desenlace inmediato de su decisión de impugnar los resultados de la elección. Este caso subraya las divisiones internas en el partido y el impacto que tienen los procesos internos en sus miembros.
