Pasas más de ocho horas en tu chamba, de hecho, a veces tu jornada dura entre 10 y 12 horas encerrado en ese edificio de paredes blancas y escritorios grises. Conoces mucho mejor a la gente con la que convives ahí que a tus propios parientes. Bueno, a menos que seas un ermitaño que sólo le caiga a la oficina a encerrarse en su cubículo y que no conviva con nadie más, es muy probable que consideres a tus compañeros de trabajo casi como de la familia.
Además… las vueltecitas por el café, las salidas al Oxxo por unas papitas, la convivencia en el comedor y esas chelas que comparten después de la hora de la salida podrían hacer que no sólo estés como perico que ve bizcocho cuando ves a yasabesquién sino que es muy probable que surja el amor entre ustedes dos.
Claro, obviamente en este amorío no está incluida tu pareja formal, pillín.
Las causas
Conocer más gente fuera de tu trabajo es un poco complicado. Ya hablamos de las millones de horas que pasas ahí dentro y ni qué decir cuando por fin llega el momento de salir: estás hecho un bulto tras responder a los múltiples llamados de tu querido jefecito. Tejones porque no hay ardillas.
Así que para poner en evidencia a todas aquellos que tienen mayor tendencia a poner el cuerno a sus parejas, la red social para personas que buscan un amorío, Ashley Madison, hizo un estudio en el que se expone con lujo de detalle cuáles son las profesiones más coquetuelas y locuaces del mundo godín.
La información se obtuvo a través de una encuesta realizada a 3,600 usuarios del portal. El 97 por ciento de ellos son profesionales y entre los pretextos más comunes fue el exceso de chamba, la cantidad de horas que pasan refundidos ahí, los viajes de “negocios” y su estado de ánimo.
¡Que pase el desgraciado!
1. Ay, doctor, tengo mal de amor
Así es, los profesionistas que tuvieron la mayor tasa de infidelidad fueron los médicos, las enfermeras y los paramédicos. Según esto, las largas jornadas laborales y el estrés que viven a diario los acerca y los convierte en cómplices eternos. Pero chequen el dato: el 37 por ciento tiene una aventura con otro compañero de trabajo y el 25 por ciento, con un paciente.
2. Quiero ser la consentida del profesor
Pues resulta que el cliché de tener un amorío con tu maestro de la facultad no está tan lejano de ser una realidad. El 18 por ciento asegura que ha tenido un encuentro fogoso con alguno de sus alumnos (ojo: con aquellos que son cancha oficial, mayores de 18 años). El poder que ejerce uno sobre el otro y el desafío de las reglas oficiales que indican que esto no debería suceder son los motivos de una relación así.
3. Vuela, vuela, no te hace falta equipaje
Los pilotos y los auxiliares de vuelo ocupan el tercer lugar entre los más corneadores. Según el portal, como se ausentan del hogar por largos periodos, tienen una mayor tendencia a poner el cuerno a sus parejas. Y ni qué decir de su vida sexual, digamos que se mantiene bastante activa.
4. Doctor psiquiatra, ya no me diga tonterías
Es innegable el vínculo que se forma entre los psiquiatras y sus pacientes. Es necesaria esta compenetración para poder responder a las necesidades de quienes acuden a ellos. Claro, eso no significa que todos sean así, pero según el portal de Ashley Madison ocupan el cuarto lugar entre las profesiones que más ponen el cuerno. Muchos involucran sentimientos y ahí es donde el cochino torció el rabo.
5. El abogado del diablo
Muchos abogados son presas de sus chambas y caen en la tentación, según este sitio para ligar con casados. Viven sujetos a mucho estrés y ¿qué mejor que echarse una canita al aire para relajarse?
6. A imagen y semejanza de Mafafa Musguito
Así es, los profesionales que chambean en medios de comunicación son tremendos. Periodistas, redactores, editores, fotógrafos y diseñadores son, en efecto, coquetuelos y locuaces. Los protagonistas del cuarto poder ponen los cuernos con mayor frecuencia debido a la diversidad de ambientes en los que se desenvuelven, a que deben conocer a muchas personas y a los múltiples viajes que algunos realizan, lo que hace que se suelten el pelo y le pongan el cuerno a sus parejas.
Así que ya saben, si sus parejas se forman en la fila de alguna de estas profesiones podrían comenzar a temblar.
Fuente: Chilango