Los proveedores de medicamento oncológico -que resultó adulterado- electos para la suministración del fármaco, contaban con licencia sanitaria y aviso de funcionamiento, informaron directivos del Hospital Central “Dr. Ignacio Morones Prieto”.
Este viernes se reveló que, según información del propio nosocomio, entre 2014 y 2018, las cuatro compañías involucradas con la detección de medicina apócrifa contra el cáncer, fueron beneficiadas por un monto de 38.5 millones de pesos.
Arely García, encargada de Compras del centro hospitalario, refirió que el proceso para la adquisición de medicamentos contra el cáncer, se hace mediante la solicitud del área de oncología, pero a la par se valida para pacientes la cobertura del Sector Popular.
Ejemplificó que, si el área de fármacovigilancia detecta fármacos que no cumplan con los requisitos sanitarios, por ejemplo, carencia de cadena fría o etiquetado, regresa el producto.
Aseguró que el Hospital Central siempre ha buscado tener trato directo con los laboratorios, sin embargo, no se les ha otorgado la oportunidad porque los grupos farmacéuticos no acceden a proveer por cuestiones de crédito.
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