Corea del Sur ordenó el viernes el retorno de todos los surcoreanos que aún permanecen en el polo industrial intercoreano de Kaesong –en territorio norcoreano– desde su cierre por Pyongyang el 3 de abril, en respuesta al rechazo del régimen comunista a reanudar el diálogo sobre este sitio.
Corea del Sur había dado el jueves 24 horas al régimen norcoreano para aceptar su oferta de diálogo so pena de exponerse a “medidas significativas”.
Pero Corea del Norte hizo saber que rechazaba el ultimátum y atribuyó a Seúl la responsabilidad del cierre del sitio que, según ella, estaría “a punto de derrumbarse”.
“Si las marionetas surcoreanas siguen agravando la situación, nos corresponderá tomar medidas graves y finales” respondió el viernes la Comisión de defensa nacional norcoreana, en una declaración citada por la agencia de prensa surcoreana Yonhap.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, había invitado a Corea del Norte a “tomar en serio” la oferta de diálogo de Corea del Sur sobre Kaesong.
El Norte prohibió el 3 de abril a los surcoreanos el acceso al complejo de Kaesong, situado en su territorio a unos 10 kms de la frontera. Pyongyang retiró a sus 53 mil empleados en un contexto de grandes tensiones en la península coreana.
El sitio industrial Kaesong, que alberga a 123 empresas, es la única prueba que aún existe del acercamiento intercoreano, luego de que se congelaran las relaciones bilaterales en 2010.
La gran mayoría de los 850 empleados surcoreanos ya se marcharon del lugar pero aún permanecen 170 para vigilar las instalaciones
Este centro siempre había permanecido abierto, salvo contadas y breves excepciones.
Este complejo nació en la estela de la “diplomacia del rayo de sol” llevada a cabo por Corea del Sur de 1998 a 2008 para estimular los contactos entre los dos hermanos enemigos que siguen en guerra puesto que la Guerra de Corea (1950-53) acabó en armisticio y no con un tratado de paz.
Pyongyang ha entrado en una lógica de enfrentamiento total con Seúl y Washington tras el voto de la ONU de una nueva serie de sanciones en respuesta a un tercer ensayo nuclear efectuado por Corea del Norte en febrero pasado.
Así, Kaesong permanece cerrado y amenazado de quiebra. Con un volumen de negocios de 469,5 millones de dólares en 2012, constituía una importante fuente de creación de empleo, y un importante aporte en impuestos y divisas extranjeras para la empobrecida Corea del Norte.
El dirigente norcoreano Kim Jong-Un, propulsado a la cabeza del régimen tras la muerte de su padre Kim Jong-Il en diciembre de 2011, había anunciado en enero un “giro radical” para enderezar la economía, aunque también reafirmó las ambiciones militares del régimen.
Corea del Norte conoce crónicas penurias alimentarias debido a una pésima gestión agrícola, a las intemperies y a una reducción de la ayuda internacional, todo ello sumado a sus importantes gastos militares.
A principios de los años 1990 una hambruna generó la muerte de hasta dos millones de personas, según las ONG y la ONU.
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