Texto y fotografías de María Ruiz
Víctor Hernández, integrante del colectivo Pedaleando San Luis y defensor de los derechos a la movilidad sustentable e inclusiva, señaló que hay numerosas denuncias ciudadanas sobre la condición de las banquetas en la avenida Coronel Romero, entre las calles 10 de mayo y Coronel Ontañón, frente al mercado San Luis 400. En este tramo, lo que debería ser un espacio seguro para los peatones, se ha convertido en un verdadero desafío.
“Es increíble que en pleno centro de la ciudad las banquetas estén en este estado. Hay tramos tan angostos que apenas puedes caminar sin ir pegado a la pared, pareciera que fueron diseñadas como decoración más que como una vía para los peatones”, señaló Hernández.
La situación se agrava al llegar a zonas donde la banqueta simplemente desaparece, lo que obliga a los transeúntes a caminar por la calle y compartir espacio con los automóviles, exponiéndose a situaciones de riesgo.
El problema no se limita a la falta de espacio. En las pocas áreas donde las banquetas son un poco más amplias, están invadidas por comercios con mercancías, anuncios y puestos que ocupan el espacio que debería estar destinado para el tránsito de las personas.
“El poco espacio que queda se convierte en una extensión de los negocios, y los peatones tenemos que ir sorteando obstáculos. Esto es una falta de respeto hacia quienes caminamos por la ciudad”, agregó.
Hernández cuestionó el desbalance en las inversiones del gobierno en infraestructuras para automovilistas mientras se descuidan las necesidades básicas de los peatones.
“Nos deja perplejos que el Gobierno Municipal pueda gastar 165 millones de pesos en un paso a desnivel, y el gobierno estatal invierta 400 millones en un puente atirantado, pero no se destine un presupuesto para algo tan fundamental como unas banquetas seguras y dignas en una avenida tan céntrica”, afirmó.
Para el colectivo Pedaleando San Luis, esta situación refleja una grave omisión en las prioridades del gobierno, que parece privilegiar las obras para automovilistas mientras los peatones, quienes deberían ser la prioridad en el diseño urbano, se ven obligados a lidiar con banquetas en condiciones deplorables.
“Exigimos una rehabilitación urgente de esta calle y que se respete nuestro derecho a la movilidad. Los peatones también somos parte de la ciudad, y merecemos espacios seguros para caminar”, concluyó Hernández.