El Radar, el editorial de Antena.
Por Jesús Aguilar
@jesusaguilarslp
La ley 3 de 3 contra la violencia es constitucional y está viva.
Después de que una gran parte de los Congresos locales de México aprobaron la Ley 3 de 3 contra la violencia y que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión declaró la constitucionalidad de esta reforma, es aplicable a nivel federal.
Mediante este dictamen, se establece que los titulares de las secretarías y del gabinete de la administración estatal no deberán estar en los supuestos de: tener sentencia condenatoria que haya causado estado por violencia familiar o delitos contra las mujeres por razón de género; tener sentencia condenatoria que haya causado estado por delitos contra la libertad sexual, la seguridad sexual, y el normal desarrollo psicosexual; o estar registrado en el padrón de personas alimentarias morosas, o en caso de serlo, demostrar que ha pagado en su totalidad los adeudos alimentarios.
José Guadalupe Torres como jefe de gabinete debería mostrar un censo de que si cambiaron las cosas y se hizo una limpia formal en base a esta condición en materia de burocracia estatal.
Galindo debería hacer lo propio en materia municipal y cada par del resto de los 57 municipios también.
Es momento de que los partidos serios, MORENA, VERDE, PRI, PAN, MC y PRD que intentan posiciones en el próximo proceso electoral pongan un filtro formal a estas condiciones cuando el lunes arrancan las precampañas de las elecciones federales y en enero las de los locales.
Eloy Franklin del Verde, Rita Ozalia Rodríguez de MORENA, Sara Rocha del PRI, Verónica Rodríguez del PAN, Marco Gama de MC, Jorge Zavala del PRD (con el visto bueno o malo de sus titiriteros) y el resto de los tenedores de franquicias partidistas deben hacer un compromiso público al que convocará Corporativo MAZ (Astrolabio y Antena San Luis) en cumplir a cabalidad con el freno a los ambiciosos y violentadores, de los agresores e irresponsables.
Hay que desaprender las mañas que hacen que la vida pública y privada sea tan terriblemente oscura.
Esperen la convocatoria.