Nuevos documentos publicados revelan que el financiero Jeffrey Epstein, condenado por delitos sexuales, mantuvo una amplia red de contactos con personas influyentes durante más de una década, incluso después de haber estado en prisión.
La red de contactos tras las rejas
Jeffrey Epstein, acusado de tráfico sexual en 2019 y que se suicidó en su celda un mes después, no estuvo solo. Miles de correos electrónicos hechos públicos esta semana pintan un retrato del financiero como un hombre bien conectado, que se comunicaba libremente con grandes figuras de la política, los negocios y la academia desde 2009 hasta justo antes de su arresto final.
Estos documentos muestran que su círculo era muy diverso, incluyendo desde el académico Noam Chomsky hasta Steve Bannon, exasesor de Donald Trump. La gente lo contactaba para pedirle apoyo, consejos empresariales e, incluso, asuntos personales.
Un asesor inesperado para políticos
Los correos electrónicos revelan que Epstein daba consejos de estrategia a figuras políticas. En 2018, Steve Bannon le escribió sobre su gira por Europa. Epstein no solo le respondió con entusiasmo, sino que le ofreció ayuda para organizar reuniones con líderes extranjeros, diciendo: “Hay muchos líderes de países con los que podemos organizar para que tengas reuniones individuales”.
Curiosamente, en otros mensajes, Epstein insultaba a Donald Trump, a quien calificó de “asqueroso” y “peor en la vida real”.
Amistades en las altas esferas
Epstein también se movía en los círculos más exclusivos. Intercambiaba correos con el poderoso inversionista Peter Thiel, a quien incluso invitó a visitarlo en el Caribe. Además, actuaba como un conector entre multimillonarios, como el sultán Ahmed bin Sulayem de los Emiratos Árabes Unidos, con quien hablaba de política y de la posibilidad de organizar un encuentro con el entonces presidente Trump.
Académicos pidiendo consejo
La influencia de Epstein llegaba incluso al mundo académico. El correo más impactante en este ámbito es el del físico Laurence Krauss, quien le pidió consejo a Epstein sobre cómo manejar unas acusaciones de acoso sexual en su contra. Epstein le respondió con preguntas muy personales y le recomendó que no hablara con el periodista que investigaba el caso.
Otros académicos de renombre, como el lingüista Noam Chomsky y el ex presidente de Harvard, Larry Summers, también mantenían correspondencia con él, discutiendo temas académicos y bromeando sobre política. Summers se ha disculpado públicamente, calificando su relación con Epstein como “un gran error de juicio”.
Es importante aclarar que estos correos no implican que sus contactos estuvieran involucrados en los crímenes de Epstein. Sin embargo, sí muestran cómo el financiero logró mantener su influencia y su red de amistades poderosas durante años, a pesar de ser un delincuente sexual registrado.