La vida era más sencilla cuando nuestro mayor problema era qué caballero del zodiaco íbamos a ser a la hora del recreo, o que nos compraran los Bubble Gummers, los zapatitos más chavitos.
¿Renta? ¿AFORES? ¿Eso qué? En lugar de juntar puntos del Infonavit, coleccionábamos cosas que nos hacían felices. Aquí una lista de esos objetos de deseo de nuestra infancia.
Sabrivasos (Sabrimágicos) que cambiaban de color
Esta línea de vasos llegó a nosotros de la mano de Sabritas y su atributo especial era que cambiaban de color con el agua fría. Había un sabrivaso para cada uno de los días de la semana. El vaso del lunes era azul y tenía a Buster Bunny, el vaso del martes era de Beep Beep (el correcaminos) y era naranja, el vaso del miércoles era de Pio-Pi y era rosa, el vaso del jueves era verde y tenía a Hampton y por último el del viernes (y el favorito de muchos), era morado y tenía al demonio Dizzy.
Conseguías un Sabrimágico con 5 estampas más 4,000 pesos (antes de que el nuevo peso hiciera su aparición). ¿Dónde se canjeaban? En Videocentro. D:
Tazos
Pareciera que fuera ayer cuando esta adicción llegó a nuestras vidas, pero justo este año se cumplieron 20 años del lanzamiento de los primeros Tazos (¡quiero mi cocol!). La primera colección que salió en el 94 fue la de los Looney Tunes y fueron un verdadero, hit. Estaban divididos en Tazos, Súper Tazos, Mega Tazos y Máster Tazos. Después llegaron los Giratazos, que tenían una “chichita” en el centro para hacerlos girar. Después de esta vinieron muchísimas colecciones: Tazos de Tiny Toons en holograma, los inolvidables Tazos de los Caballeros del Zodiaco, Tazos de Pokémon, Yu-Gi-Oh! Y Mucha Lucha. Hasta en Los Simpson tuvieron una aparición cuando Alf regresa en forma de fichas, que en EU fueron lanzadas por Lays.
Pepsilindros
Eran principios de 1992 y con el cambio de año llegó también una de las promociones más fuertes y exitosas de Pepsi: los pepsilindros. Estos traían impresos a los personajes de los Looney Toones y tenían cinco diseños diferentes para que pudieras llevar a la escuela uno distinto cada día de la semana y no repetir.
¿Cómo se conseguían? Tenías que perseguir al camión repartidor y dar 10 corcholatas y 3500 pesos (antes del nuevo peso) para obtener tu pepsilindro. Hubo una segunda edición que fue de los Picapiedra y éstos se diferenciaban de los primeros porque tenían una asa que hacía que fueran más fáciles de agarrar, pero era una pesadilla para las mamás porque eran más difíciles de lavar por dentro y eran bastante antihigiénicos. Y aunque todos estaban padrísimos, siempre se chorreaban en la mochila y terminábamos con los libros y libretas hechas un asco.
Monstruos de Bolsillo
Era 1994 cuando Sonric’s sacó 40 cajas diferentes retacadas de dulces y de coleccionables de “Monster in my Pocket”, una franquicia internacional parte de Mattel. En México le pusieron simplemente monstruos de bolsillo, aunque los personajes no sólo incluían monstruos, sino leyendas urbanas, íconos religiosos y mitos regionales. Hasta un T-Rex había en la colección. En las cajas te salía una figura de goma coleccionable y un paquete de tarjetas. Las más cotizadas eran las semitransparentes, que nosotros llamábamos “hologramas”. Eran tantos y tantos los monstruos que era casi imposible coleccionarlos todos y cuando al fin concretábamos la colección, la poníamos en el volcán, el mítico coleccionador que muy pocos afortunados tuvieron pues sólo se conseguía llamando a la planta de Sabritas. ¡Qué loco!
La Guerra de los vasos: Michael Jackson/Dick Tracy/Batman
Para el Tour Dangerous de Michael Jackson que fue todo un hito en el mundo de la música, Pepsi decidió sacar una serie de vasos conmemorativos. Fue tal el hit de estos vasos que Coca Cola se vio seriamente amenazada pues sí tuvo un descenso significativo en sus ventas. ¿Cómo lo contrarrestó? Sacando una colección de vasos de Dick Tracy, una de las figuras más emblemáticas en los cómics y en el cine en esos ayeres. Cuando Coca Cola estaba cantando victoria pues sus vasos habían sido un éxito (aunque nunca al nivel de los de Michael Jackson) Pepsi volvió con vasos de Batman y puso la estocada final a la guerra de los vasos.
Hielocos
Estos monos de plástico se convirtieron en toda una fiebre y fue una de las promos más exitosas de Coca Cola. La mecánica para obtenerlas era sencilla: corcholatas+dinero=un paquetito (sin albur) que contenía 5 Hielocos. La promo pegó tanto que sacaron una segunda edición: los Hielocos Alien. El toque especial de estos monos consistía en que algunos brillaban en la oscuridad o a otros sólo les brillaban los ojos como a gatos bodegueros. Por último, salió una última edición que fueron los Hielocos Futboleros, que no tuvieron tanto éxito como los anteriores y ahí es donde la colección murió.
Pepsi Cards
Eran el paraíso de la ñoñez. Pepsi decidió comprar la licencia de las tarjetas “Marvel Flair” que eran muy populares en EU. Para ponerles un sello propio, al reverso tenían dos eslóganes: “Pepsi, la elección de una nueva generación” y “Únete al reto Pepsi y deja que su sabor decida”. Por aquellos tiempos la fiebre de la versión animada de X-Men estaba a todo lo que daba, por lo que estas tarjetas que además tenían muy buenos acabados, eran un verdadero hit. Eran tan preciadas que se coleccionaban en un álbum tipo mica y se intercambiaban como verdaderos tesoros. La edición constaba de 100 tarjetas “normales”, 9 prismáticas y 4 holográficas, 113 en total.
A ver, ya confiesen, chilangos rucos: ¿a alguno de ustedes les tocaron estas promociones? ¿Cuáles de ellas coleccionaban? ¿Se acuerdan de alguna otra colección chida de aquellos tiempos? Estamos entre contemporáneos, nadie se va a burlar de sus reumas ni de sus patas de gallo.
Fuente: Chilango