Los robos a camiones de carga son una preocupación diaria para quienes trabajan en el transporte en San Luis Potosí. Raúl Torres, representante estatal de la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas A.C. (AMOTAC), asegura que la inseguridad en las rutas es ya una constante y que el problema se ha salido de control.
Las pérdidas económicas por esta situación son alarmantes. Se estima que todos los días son robados entre uno y dos camiones de carga, lo que representa pérdidas que van desde un millón hasta cinco millones de pesos por cada unidad, dependiendo del tipo de mercancía que transporten.
Una de las principales quejas de los transportistas es que las acciones de la Guardia Nacional no son suficientes. Aunque en ocasiones logran recuperar unidades, muchas veces los vehículos aparecen abandonados y no como resultado de operativos. “Nosotros no queremos reacciones esporádicas, pedimos patrullajes constantes”, subrayó Torres.
El líder transportista también puso en duda las cifras oficiales. Considera que hay muchas preguntas sin respuesta, como qué pasa con los camiones recuperados, dónde termina la mercancía y qué seguimiento le dan las autoridades a cada caso. “Nos gustaría saber qué registro llevan, a dónde van los vehículos y qué pasa con la carga robada”, afirmó.
Además, explicó que los delincuentes aprovechan los trabajos de bacheo realizados por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), ya que estos provocan largas filas en las carreteras. Dijo que mientras los vehículos están detenidos, personas en motocicletas se acercan para observar qué llevan los camiones, y después los interceptan más adelante.
“He sido víctima directa. A veces nos detienen por horas y mientras estamos parados, gente de comunidades cercanas pasa a revisar. Más adelante, los asaltos se ejecutan con precisión”, contó Torres, mostrando su preocupación.
Entre los tramos más peligrosos, los transportistas señalan Matehuala, Huizache, el entronque de Santa María del Río, Guadalcázar y los límites con Guanajuato. Según AMOTAC, en estas zonas operan bandas delictivas que permanecen activas y rara vez cambian de ubicación.
Aunque las autoridades insisten en que la situación no es tan grave, Raúl Torres sostiene lo contrario: “La realidad que vivimos en las rutas es distinta a los datos que muestran. Para nosotros, los asaltos han aumentado hasta un 8% en todo el estado y un 18% en los caminos que conectan con Guanajuato”, aseguró.