San Luis Potosí enfrenta un preocupante panorama de hechos violentos y lesiones. Entre enero y septiembre de 2025, los Servicios de Salud del Estado documentaron 6 mil 326 atenciones médicas relacionadas con violencia o lesiones en hospitales públicos de toda la entidad.
Las cifras provienen del Sistema Nacional de Información Básica en Materia de Salud (SINBA), que concentra los reportes oficiales mediante la Hoja de Registro de Atención por Violencia y/o Lesión, documento que debe llenarse en cada unidad médica que atienda casos de agresiones, violencia familiar, sexual o autoinfligida, y también accidentes.
Hospitales con más casos
De acuerdo con los reportes estatales, los hospitales con mayor número de atenciones son:
- Hospital Central “Dr. Ignacio Morones Prieto” (San Luis Potosí): 1,018 casos
- Hospital General de Matehuala: 847 casos
- Hospital General de Ciudad Valles: 823 casos
- Hospital de la Niñez y la Mujer “Dr. Alberto López Hermosa”: 486 casos
- Hospital General de Rioverde: 460 casos
En la región Huasteca, el Hospital Comunitario de Tamazunchale atendió 396 personas lesionadas o violentadas, y el Hospital Comunitario de Aquismón registró 388.
En el Altiplano, el Hospital Comunitario de Villa de Arista sumó 361 casos y el de Tamuín, 352. Otros hospitales con registros relevantes fueron el Comunitario de Ciudad del Maíz (159), el de Xilitla (192), el de Salinas de Hidalgo (74) y el de Ébano, con nueve casos.
Más que cifras: señales de violencia
Cada registro representa a una persona que sufrió una lesión derivada de un evento violento o accidental. Según el SINBA, las atenciones incluyen fracturas, quemaduras, heridas punzocortantes, contusiones o asfixias, así como trastornos psicológicos asociados, entre ellos estrés postraumático, ansiedad o depresión.
El sistema distingue si el hecho fue accidental, por violencia familiar, no familiar o autoinfligida, y detalla el agente causante —vehículos, armas, fuego, caídas o corriente eléctrica—.
Datos para prevenir
La Secretaría de Salud federal establece que toda unidad médica, desde hospitales comunitarios hasta de alta especialidad, debe reportar estos casos, lo que permite identificar tendencias, diseñar políticas públicas y reforzar estrategias de prevención.


