Crece tensión por toma de la Rectoría

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Los embozados tuvieron ayer un altercado con un estudiante que pretendió ingresar a la zona que tienen ocupada. Existe el temor de una confrontación entre universitarios y los encapuchados, tras el juego de futbol de los Pumas

La tensión creció ayer en el noveno día de toma de la Torre de Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), luego de un altercado con un estudiante que pretendía ingresar para verificar el estado de las instalaciones, la llegada de un grupo exigiendo la acción penal contra los ocupantes y el temor de los encapuchados de que el día de hoy integrantes de la porra de futbol La Rebel busquen confrontarlos tras el juego de los Pumas.

Los embozados que ocupan el edificio de Rectoría creen que luego de la efervescencia del partido entre Pumas y Jaguares, que se llevará a cabo en el Estadio Olímpico de CU, al mediodía, algunos “porros” puedan agredirlos o intentar sacarlos del lugar que mantienen tomado desde el 19 abril.

Para enfrentar estas amenazas, los encapuchados mantienen redes con otras organizaciones como los de Acampada Revolución y el Frente Oriente, ambos del movimiento #YoSoy132.

Al respecto, la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) informó que aplicará el operativo habitual de vigilancia durante el partido en el Estadio Olímpico Universitario; sin embargo, estará en alerta ante cualquier eventualidad que pudiera registrarse por la toma de la Rectoría.

En el operativo de seguridad participarán 675 uniformados, con 81 vehículos, dos unidades de la Cruz Roja, así como dos helicópteros.

Apenas ayer, un individuo pudo burlar la seguridad y saltar la barricada que mantienen con sillas, macetas y cartones. El joven, quien dijo ser estudiante de la Facultad de Derecho, ingresó hasta la entrada principal de la Rectoría. Al darse cuenta de que el alumno, quien no quiso decir su nombre, no pertenecía al grupo de inconformes, fue abordado por los encapuchados, quienes lo cercaron y le impidieron el paso. Durante algunos minutos el joven fue rodeado y cuestionado respecto al motivo por el que llegó a las instalaciones. En respuesta, comentó que quería ingresar para ver el estado en que se encontraba el inmueble.

Al no lograr que saliera de lo que han delimitado como su territorio, los activistas colocaron unas cartulinas y cobijas para impedir que los medios de comunicación captaran el momento en el que lo tenían recargado en la pared. Ellos dijeron que les soltó un cabezazo y que estaba alcoholizado. Acusaron al joven de ser un “porro” y provocador enviado por las autoridades universitarias para “reventar” el movimiento.

Finalmente el joven salió, pero su acompañante, Miguel Ángel Aceves, dijo que ambos acudieron para mostrar su inconformidad por las toma de las instalaciones. Otros más de manera menos arriesgada cuestionaron la presencia de los encapuchados, quienes repetían consignas una y otra vez.

Por la tarde, el grupo llamado “Universitarios comprometidos” se presentó ante los medios de comunicación en la explanada de Rectoría para invitar a los “pseudouniversitarios” a desalojar la torre de Rectoría.

Exigieron evaluar la expulsión definitiva de estudiantes ocupantes y ejercer acción penal contra quienes resulten responsables, estudiantes o no.

“Solicitamos que las autoridades tomen cartas en el asunto, evitemos otro 99”, dijo Carlos Alberto Flores García, representante de esta agrupación en referencia a la huelga estudiantil de ese año que mantuvo cerrada la universidad por casi 10 meses.

El colectivo, creado a raíz de la toma de rectoría, señaló que tienen hasta ahora 233 firmas que respaldan sus solicitudes. Se reconocieron como un grupo de estudiantes, alumnos y ex alumnos, que no se encapuchan, que no son provocadores y que tampoco violentan.

Además, en las redes sociales como Facebook se emitió una convocatoria para el lunes, desde el perfil Estudiantes Inconformes por la Torre de Rectoría, para marchar a las 14:00 horas, donde el color predominante en la vestimenta se sugiere sea blanco, y se hace un llamado a la no violencia.

Hacen parodia de diálogo

Los encapuchados colocaron ayer un escritorio y una silla con el nombre del rector José Narro Robles, como parodia a la espera de diálogo. Sin embargo, tanto Narro como el abogado general Luis Raúl González Pérez han rechazado hablar bajo medidas de presión y señalan que para que se concrete un diálogo se debe desocupar la torre de Rectoría.

Las autoridades universitarias han dicho que no se retirarán las denuncias penales presentadas ante la Procuraduría General de la República (PGR) contra quienes resulten responsables por los daños ocurridos al inmueble declarado en 2007 Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

El viernes 20 de abril alrededor de 15 encapuchados rompieron los vidrios de la Rectoría de la UNAM y se introdujeron para luego lanzar la advertencia de que la tomarían indefinidamente. (Con información de Claudia Bolaños)

 

http://www.eluniversal.com.mx/notas/919565.html

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