Compañeros, familiares y autoridades universitarias despidieron a un joven destacado por su compromiso y alegría
Cientos de universitarios, familiares, amigos y trabajadores municipales despidieron este fin de semana a Jorge Eduardo Dávila Ramírez, estudiante de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) que fue asesinado tras concluir sus prácticas profesionales en el Hospital Central “Ignacio Morones Prieto”.
Durante la misa de cuerpo presente, celebrada por el sacerdote Samuel Álvarez Bernal, se recordó a Jorge Eduardo como un joven entregado a su vocación, disciplinado y comprometido con su formación profesional, además de ser un ejemplo para sus compañeros.
“Jorge Eduardo era un estudiante brillante, alegre y obediente, con grandes aspiraciones en su carrera. Su vida fue una inspiración para quienes lo conocieron”, expresó el sacerdote durante la ceremonia, a la que acudieron decenas de estudiantes, docentes y autoridades universitarias, incluido el rector de la UASLP.
Sus compañeros lo describieron como un joven solidario, colaborador y siempre dispuesto a ayudar, que dedicaba largas jornadas a sus estudios y prácticas con el objetivo de alcanzar su meta profesional.
Sus padres pidieron recordarlo como un hijo ejemplar, trabajador y lleno de sueños, que servía de inspiración a su entorno por su esfuerzo constante y su entusiasmo.
Tras la ceremonia religiosa, el cuerpo de Jorge Eduardo fue trasladado al panteón Valle de los Cedros, donde se le dio sepultura entre aplausos, flores y lágrimas.
Estudiantes de la UASLP recordaron que en la zona del Hospital Central se han registrado asaltos de manera frecuente, pese a la supuesta presencia disuasiva de la Guardia Civil del Estado, y demandaron mayores medidas de seguridad para quienes realizan sus prácticas profesionales en el área de la salud.