La crisis política y económica en Venezuela está intensificando la preocupación en la frontera norte de México por un posible aumento en la migración. Antes de las recientes elecciones venezolanas, ya se había registrado una significativa presencia de ciudadanos de ese país en México, con 200,289 venezolanos reportados en el primer semestre de 2024.
Directores de albergues y migrantes en la frontera norte, especialmente en Ciudad Juárez, están alarmados por la posibilidad de una nueva ola migratoria, que la opositora María Corina Machado ha advertido podría ser sin precedentes si el presidente Nicolás Maduro se mantiene en el poder tras las elecciones del 28 de julio.
Viesmer Jiménez, un venezolano en un refugio en Ciudad Juárez, anticipa un incremento en la llegada de compatriotas que huyan de Venezuela después de los comicios. Jiménez comenta que la situación económica y la falta de oportunidades en su país están impulsando a muchos a buscar una mejor vida en el exterior.
Antes de las elecciones, que fueron criticadas por la oposición y la comunidad internacional, el éxodo venezolano ya era notable en México. Según datos de la Unidad de Política Migratoria, los venezolanos en situación migratoria irregular aumentaron un 215% en el primer semestre de 2024, convirtiéndose en el principal grupo de migrantes irregulares en el país.
La preocupación por una posible ola migratoria se ve reflejada en el trabajo de los albergues en la frontera. El pastor Juan Ramón Fierro, del albergue El Buen Samaritano, señala que ningún país está adecuadamente preparado para recibir a cientos de miles de migrantes que podrían atravesar varios países antes de llegar a México.
La crisis humanitaria en Venezuela también se agrava con la violencia y la represión. La Fiscalía venezolana ha reportado al menos 2,400 detenidos y 25 muertos en medio de las manifestaciones recientes, lo que aumenta la preocupación por la situación de los migrantes y la capacidad de los albergues para atender una posible emergencia.