8 días desde la toma de protesta del rector y entre los directores, docentes y alumnos resuenan las preguntas en torno a si de verdad fue lo correcto darle 4 años más al Dr. Alejandro Zermeño.
Mi participación en la Universidad en estos ya 8 semestres que llevo como estudiante de la licenciatura en derecho se han caracterizado con el respeto a mi institución, a las formas, al fomento a la cultura, el apoyo a problemáticas sociales, pero sobre todo a las actividades 100% académicas y menciono este preámbulo para que se entienda mi reflexión de alguien que se preocupa por el futuro de mi escuela.
Habiendo señalado ese primer punto, llega el cuestionamiento inicial, ante los cambios que han existido en las distintas facultades, ¿Las autoridades universitarias cómo han actuado? A lo largo de estos 4 años (mismos que coinciden con el primer periodo del actual rector) he sido testigo de cómo el nivel, las exigencias y la calidad de mi universidad han decaído drásticamente, haciendo énfasis en el compromiso y sentido de pertenencia casi nulo entre las nuevas generaciones de estudiantes y el rechazo que ha ido creciendo entre maestros y directivos en la participación de una vida universitaria más allá de las horas clase y la Universidad en lugar de buscar soluciones y acercarse a la comunidad universitaria, se toman decisiones desarticuladas desde el Edificio Central, limitando las interacciones del rector a visitas insípidas a las distintas facultades, para en un escenario cómodo y controlado poder hacer encuentros simulados con miembros de las respectivas facultades.
Los miedos del Rector y del Consejo Directivo Universitario.
Continuando el hilo del párrafo anterior, el Rector y los Directores son muy puntuales al señalar que noquieren mezclar la universidad con política, pero la política (no solo en materia electoral) llega sola a nuestra Universidad, ya que orgullosamente somos la máxima casa de estudios del Estado y una de las principales universidades del país y esto da como consecuencia que la mayoría de cargos relevantes de la entidad sean ocupados por egresados de nuestra gloriosa Universidad y el que todos esos temas se traten de tapar con un dedo, sólo provocan que el elefante en la habitación sea más grande, así como también refleja que quizá la persona que lleva el mando de esta universidad no tiene el perfil adecuado para enfrentar estas situaciones, porque recordemos, elegir el menos peor no significa que sea la persona más apta.
La Universidad es de los Universitarios.
Es por eso señor Rector que aprovecho este espacio en la columna para dirigirme a usted, de igual manera me acercaré con el Licenciado Buchi Mascareñas para que le comente lo siguiente: Esta descuidando lo importante, se está alejando de la comunidad universitaria, no escucha a los alumnos ni a los docentes, para poder hablar o enviar algún mensaje hay que agendar cita con semanas de anticipación, está convirtiendo a la Universidad en una institución burocrática, en lugar de fomentar lo que es, una entidad académica y si de verdad planea durar los 4 años correspondientes al segundo periodo por el que fue electo, desde mi humilde e inexperto punto de vista debería de revaluar su proyecto, así como el de que personas y consejeros se rodea.
Concluyo señalando lo siguiente: Tenemos que recuperar nuestra Universidad, darle un rumbo y mejorar los estándares, si no hay profesionistas competentes y preocupados por el bienestar social, ¿Para qué está sirviendo la Universidad?
Alan Imanol García Méndez