Culpable por matar a… su amigo imaginario

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La foto principal de esta nota nos muestra a un hombre con ojos llorosos y lleno de culpa, pero que tuvo el valor cívico de presentarse ante las autoridades después de haber hecho algo horrible.

No es común que un homicida se entregue después de haber cometido un crimen. Sin embargo eso no fue lo que más sorprendió a la Policía de Jacksonville cuando Geoff Gaylord llegó hasta sus oficinas para entregarse pues decía, acababa de asesinar a su amigo… imaginario.

Como lo leen, Geoff Gaylord, de 37 años, se presentó en una oficina policiaca y confesó haber matado, descuartizado y enterrado a Mr. Happy, su amigo imaginario desde hace varios años, por lo que pedía que le aplicaran inmediatamente la pena de muerte. Pero eso sí, para que no piensen que es un demente, explicó los motivos que lo llevaron a volverse un asesino.

Resulta que Geoff ya estaba cansado del relajo que Mr. Happy siempre dejaba en casa, como botellas de vodka y bolsas de cocaína tiradas en el suelo. Y pues el pobre Geoff siempre tenía que levantar el marranero que dejaba su compañero. Esto declaró a las autoridades sobre Mr. Happy:

“La pieza de Mr. Happy era un desastre a toda hora por sus juguetes y muñecas. A veces dejaba botellas de vodka vacías tiradas en la cocina… nunca recogía sus bolsas vacías de cocaína. Desordenó tanto mi departamento al punto que yo no lo podía mantener limpio.

Antes de que Happy se hiciera drogadicto y empezara a actuar de manera insoportable, era mi mejor amigo para siempre… siempre íbamos a bailar, jugábamos en el parque y escuchábamos música durante horas con las luces apagadas”.

Aunque estaba fastidiado de que su amigo imaginario fuera un fodongo, la gota que derramó el vaso fue cuando Mr. Happy (quien iba borrachísimo) chocó el auto de Geoff. Ya adivinarán quien acabó por ser arrestado…

“Ese incidente del auto hizo que me culparan injustamente. Además su comportamiento se había puesto demasiado errático y desordenado, llevándome al extremo de tener que asesinarlo. Hice lo impensable y maté a mi mejor amigo. Soy una persona terrible y necesito ser castigado por lo que hice”.

Gaylord enterró los cachitos de Mr. Happy en el patio de su casa, que es particular, poniéndole fin a la amistad que inició hace siete años, y que poco a poco fue volviéndose insostenible debido a las constantes peleas entre los dos.

Como era de suponerse los policías se negaron a condenar “inmediatamente” a Gaylord a la Pena de Muerte, tal y como él deseaba. Ante la negativa, el asesino de amigos imaginarios se puso violento y amenazó a los agentes. De acuerdo a varios medios locales, cuando este hombre se entregó a la ley se encontraba en estado de ebriedad.

Cuando la policía revisó la casa de Gaylord encontró restos de drogas y armas, por los que nuestro héroe fue fichado por varios cargos. Maldito Mr. Happy, por sus vicios terminó destruyendo la vida de su amigo. ¡No se vale!

 

Fuente: Sopitas

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