El nadador potosino David Olvera logró lo que pocos en el mundo: rompió el récord mundial de nado alrededor de la isla de Manhattan, en Nueva York, al completar el circuito de 47 kilómetros en 5 horas y 34 minutos.
En entrevista exclusiva, Olvera narró cómo vivió este reto extremo que lo llevó al límite físico y emocional. “Antes de entrar al agua, me dije: si tengo que morir aquí, voy a morir. Pero no voy a dejar de intentarlo”, compartió con honestidad.
David comenzó su historia en el agua desde niño, aprendiendo a nadar en Ciudad Valles, y luego desarrollando su carrera en San Luis Potosí. “Desde los 11 años conocí el alto rendimiento. Me enamoré del ritmo de entrenar mañana y tarde”.
Durante la pandemia, redescubrió su pasión. Comenzó a meditar, hacer yoga y replantear su propósito. “Me di cuenta de que nadar no era sólo un deporte, era mi camino”.
Sin patrocinadores y con recursos limitados, decidió inscribirse en la competencia en Nueva York. “No tenía dinero, pero sentí que era el momento. Me lancé, confié y todo se acomodó”.
La prueba no fue sencilla: enfrentó corrientes fuertes, aguas contaminadas y momentos críticos como un cruce peligroso con un ferry. “Tuve que acelerar al máximo. Si no pasaba, se acababa todo”.
Cada abastecimiento durante el trayecto se hacía en segundos. “Comía papillas y tomaba agua desde una caña que me pasaban desde el bote. Todo era rápido y sin margen de error”.
El instante final lo marcó para siempre: “Cuando vi la cara del kayakista, supe que lo había logrado. Lloré de orgullo. Sentí que todo valió la pena”.
Ahora, David Olvera ya piensa en su siguiente objetivo: cruzar el Estrecho de Gibraltar. Pero antes, se alista para el estreno de un documental sobre su hazaña, que se presentará en San Luis Potosí a finales de agosto.
