A través del IEEPO los maestros de la CNTE se colocaron en puestos administrativos, obtuvieron ascensos en sus puestos escolares y exigieron destituir a funcionarios que les incomodaban.
El Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca fue desde 1992 una fuente laboral para los maestros de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
A través del IEEPO los maestros de la CNTE se colocaron en puestos de oficina cobrando como maestros, obtuvieron ascensos en sus puestos escolares y se repartieron cargos de supervisor y director de las escuelas de la entidad.
Todo personal del IEEPO que les incomodaba, la CNTE exigía su remoción y ubicaba en los puestos estratégicos a sus sindicalizados.
De acuerdo con documentos de la propia Sección 22 de la CNTE y del IEEPO, de los cuales MILENIO tiene copia, periódicamente se convocaba a los sindicalizados a concursar por cargos administrativos y docentes que dependían del IEEPO y para los cuales les exigían comprobar su participación en los movimientos sindicales.
Documentos del gobierno de Oaxaca revelaron que ocho de cada diez mandos medios en el IEEPO pertenecían a la Sección 22 de la CNTE. De los 310 mandos medios del IEEPO, 248 eran integrantes de la Sección 22.
Además, de la plantilla administrativa de 4 mil empleados del IEEPO, la mitad pertenecían a la CNTE.
El IEEPO, creado el 23 de mayo de 1992, se constituyó para representar la autoridad del gobierno estatal en materia educativa, administrar y regular la prestación de servicios educativos y verificar que los maestros cumplieran con la ley general de educación.
Pero cinco meses después, en octubre de 1992, el gobierno de Oaxaca firmó un acuerdo con los líderes de la Sección 22 para que los maestros sindicalizados ingresaran al instituto educativo a cambio de que los docentes apoyaran la propuesta de descentralización de la educación impulsada por el gobierno federal ese año.
En la minuta, del 28 de octubre de 1992, se establece que la sección 22 tendría el derecho de nombrar a funcionarios, jefes de departamento y directivos del IEEPO y a cambio el gobierno se comprometería a garantizar “un banco de plazas como patrimonio de la Sección 22”.
La minuta dice que: “la selección y nombramiento futuro de funcionarios del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, como resultado de las propuestas de la representación seccional, serán respetadas en la forma y términos acordados, aún cuando cambie la estructura orgánica del instituto”.
Este acuerdo se mantuvo por los 23 años de funcionamiento del IEEPO.
En tres convocatorias, fechadas el 12 de junio del 2013 y emitidas por la Coordinación General de Educación Básica y Normal del IEEPO, se prueba que para ser maestro, subdirector o director de secundarias en Oaxaca se pedía a los docentes, entre otros requisitos, una constancia de participación en movimientos sindicales de la CNTE.
La constancia tenía que certificar un mínimo de 80 por ciento de participación en actividades sindicales y tener el visto bueno del titular de la Secretaría de Trabajos y Conflictos del Nivel de Secundarias Generales de la Sección XXII.
La Sección 22 también emitía este tipo de convocatorias. El 10 de junio de 2013 envió una para la “ronda de cambios y ascensos del ciclo escolar 2013-2014”, cuando el IEEPO era la única autoridad con facultades para emitirlas y contratar a personal docente y administrativo del instituto.
Desde el IEEPO la Sección 22 buscaba proteger sus intereses.
En una circular emitida por la CNTE el 17 de junio de 2015 se prueba la injerencia de la coordinadora en la actuación de directivos escolares dependientes del IEEPO para que no participaran en la evaluación docente de la SEP.
En el escrito firmado por Rubén Núñez, secretario general de la Sección 22 de la CNTE, se solicita a los directivo girar “instrucciones para que los compañeros de base del nivel que representan, no participen en el proceso de evaluación punitiva en todas sus etapas”.
La CNTE también controlaba los movimientos de personal del IEEPO.
En el acta de acuerdos de la asamblea del 11 de junio, de la Sección 22 de la CNTE, se demuestra que no solo incorporaban a docentes sindicalizados sino que exigían destituir a los maestros que no defendían sus intereses al interior del IEEPO.
En el acuerdo se exige “la salida inmediata del licenciado Fernando Velasco Alcántara, coordinador de planeación educativa del IEEPO, por obstaculizar el proceso de regulación laboral de los compañeros”.
En el mismo acuerdo hay un pronunciamiento en el que se pide la salida del Raul Pérez Zorrilla, director de servicios jurídicos del IEEPO, “por intimidar a las compañeras de primaria y preescolar de Santiago Apóstol”.
La injerencia de la Sección 22 de la CNTE llegaba hasta el área de recursos humanos del IEEPO. En la asamblea del 7 de octubre de 2014, acordó que sus docentes sindicalizados en esa área “laboren de manera normal durante la jornada de lucha para agilizar los rezagos administrativos de los compañeros”.
En esa misma asamblea pidieron al IEEPO “que no entreguen los documentos de certificación a los alumnos que estudian en las escuelas de los espurios”.
Fuente: Milenio.