De museo del boxeo a refugio de sexoservidoras adultas mayores

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La Casa Hogar Xochiquetzal proporciona atención a trabajadoras sexuales de entre 55 y 85 años, que ejercen en la zona de Arcos de Belén, Salto del Agua o la Merced En lo que fuera el museo de la fama del boxeo, en la calle Carlos Quinteros, en Tepito mujeres de entre 55 a 85 años de edad, que ejercen el sexo servicio, encontraron albergue, después de negarles apoyo en centros de salud y grupos religiosos. Se trata de la Casa Hogar Xochiquetzal, este espacio, único en el país y en el mundo, es refugio para trabajadoras sexuales adultas mayores, que ejercen en la zona de Arcos de Belén, Salto del Agua o la Merced. Es un albergue que proporciona atención integral a mujeres trabajadoras sexuales de la tercera edad en situación de calle, las cuales fueron víctimas de violencia, en todos sus tipos, desde muy temprana edad. Y que en este tiempo, tan solo seis años, ha logrado dar atención a 248 mujeres. Mediante el programa “Psicología del envejecimiento, tanatología y suicidio”, Fernando Quintanar Olguín y un grupo de universitarios, de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM, brindan apoyo a la casa hogar. Capacitan al personal de Xochiquetzal y establecen estrategias de sensibilización e integración de los residentes, además de que resultó ser un pequeño laboratorio social, que ha permitido indagar algunos aspectos relacionados. “Hemos elaborado procesos grupales por medio de rituales como las ofrendas de muertos u orientación personal y familiar. Lo más importante es que los responsables de Xochiquetzal aceptaron hacer esa tarea en equipo”, detalló. También, los universitarios intervienen como grupo de contención ante muertes por asesinato, violencia o enfermedad. “Trabajar la vejez y al adulto mayor incluye su entorno, el proceso de cambio y con quién convive; se requiere una visión de curso de vida, una perspectiva más gerontológica y menos geriatrizada”. Actualmente, en la Casa Hogar Xochiquetzal, que en su origen fue planeado para 40 residentes, conviven entre 18 y 24 mujeres, que entran y salen en forma constante. Desde hace casi cinco años, Quintanar Olguín visita dos o tres veces por semana ese espacio para dar continuidad al programa de apoyo. “En otras ocasiones lo hace Carlota García Reyes-Lira, colaboradora cercana, o egresados de Psicología y de otras carreras que se imparten en la FES”. Para ese fin, trabajan de forma cercana con Verónica Montes de Oca Zavala, del Instituto de Investigaciones Sociales, quien coordina el Seminario Universitario Interdisciplinario de Envejecimiento y Vejez. Apoyaremos a Xochiquetzal tanto como nos lo permitan. El programa requiere estrategias de atención, exige creatividad, tiene que ser una tarea sustentable, con visión profesionalizada, pues no se puede estudiar un tema sin aterrizarlo, ni part Con información de: http://www.eluniversaldf.mx/home/de-museo-del-boxeo-a-refugio-de-sexoservidoras-adultas-mayores.html]]>

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