
Semana Santa y las campañas políticas sin protocolos sanitarios estrictos son dos factores que alejarán a San Luis Potosí de un semáforo verde, el cual se pudo haber alcanzado a corto plazo, señaló Andreu Comas García, profesor e investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).
“Si no tuviéramos la Semana Santa a la vuelta de la esquina, probablemente llegaríamos a verde”, reconoció. El investigador explicó que “por el momento” las cifras son buenas en este semáforo amarillo, ya que se ha notado una significativa reducción en el número de casos, hospitalizaciones, la demanda de pruebas covid y su positividad: “Ahorita sí tenemos una disminución verdadera en cuanto al brote, la semana pasada estuvimos debajo de los 90 al día, 90 y tantos, sí se rompió la tendencia de mortalidad y la hospitalización está bajando, entonces sí ha mejorado la epidemia”.
Alcanzar el tan anhelado semáforo verde se va a ver amenazado o incluso imposibilitado por dos fuertes factores: “las vacaciones y que son las campañas electorales, en las cuales todo este proceso de proselitismo que se está llevando prácticamente sin ninguna protección, ningún protocolo, las campañas políticas quedaron exentas de cualquier cosa”.
Este martes 23 de marzo, San Luis Potosí registró la cifra más baja de contagios en semáforo amarillo, contabilizando 41 nuevos casos y 13 defunciones, cuando no se bajaba de 100 casos (incluso hubo muchos más diarios) y un promedio de 20 muertes diarias.
Pese a estos “números alentadores”, se espera que la tendencia de casos aumente posterior a la Pascua, pues ahora hay otro factor que también facilita la movilidad en este periodo vacacional: el hartazgo social, hace un año había miedo, pero ahora hay una rebeldía e incluso una irreverencia social, derivada del cansancio emocional que ha dejado el confinamiento.
“El repunte se podrá observar por más temprano, a los cinco o siete días de que haya terminado la Pascua, por más tardío al décimo día. ¿Qué tan grande llegaremos?, no lo podemos saber, porque eso va a depender ahorita de que tanto se muevan las personas”.
El científico externó que la estrategia de apertura de los distintos giros ha sido incorrecta, pues resulta más peligroso permitir los eventos multitudinarios, los bares, los antros y otras actividades sociales abiertas, que incluso las propias escuelas: “Sí podemos tener restaurantes, bares, cines, pero las escuelas son lo peor que nos puede pasar, cuando eso no es verdad”.
Comas García señaló que se deberían de seguir los ejemplos que se han tenido en países de Europa, donde hay restricciones en las actividades sociales, pero no en las académicas.
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