Desde que fue cerrada al público por riesgo de deslaves y caída de rocas, la presa de San José, en San Luis Potosí, muestra cada vez más señales de abandono. Aunque la restricción fue anunciada por la Dirección de Protección Civil municipal como medida preventiva, la falta de atención por parte de las autoridades ha profundizado el deterioro de esta zona emblemática.
Visitantes frecuentes y vecinos han compartido con este medio imágenes que evidencian grietas profundas, cimientos expuestos, varillas oxidadas y encharcamientos, así como escombros dispersos y daño estructural en el piso del pasillo peatonal principal. La zona recreativa, incluyendo juegos infantiles, también luce desgastada, sucia y sin mantenimiento.

El cierre, que ya suma varios meses, también afectó a los comerciantes que antes se ubicaban cerca de la cortina del embalse. Expertos de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) alertaron sobre el riesgo de derrumbes en esa área, lo que llevó al reforzamiento de las medidas de seguridad.
A pesar de las lluvias recientes, la presa no ha recuperado sus niveles normales de agua, y la invasión de lirio acuático es otro problema que se suma al abandono generalizado.

La comunidad exige una intervención inmediata, no sólo para restaurar el espacio y garantizar su seguridad, sino también para evitar que un sitio de valor ambiental y recreativo termine convertido en ruinas.