El vocero del arzobispado, Juan Jesús Pliego Rivera dijo que las declaraciones hechas por el canciller Fernando Ovalle González “fueron a título personal” y que estas no representan la postura de la Iglesia Católica local.
Aclaro que la homosexualidad no es un “trastorno psicológico”, ya que reconoció que el manual de enfermedad mentales descartó a la homosexualidad como una enfermedad, por ende “no se puede hablar de un trastorno mental sino preferencia sexual”.
El canciller esta en todo su derecho de demostrarse en contra, ya que en una democracia todos las posturas son válidas, por lo cual deben respetarse, de lo contrario, es una forma de intolerancia.
El portavoz católico consideró que el canciller no se pronunció con el afán de denostar a la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Travesti, Transexual, Transgénero e Intersexual (LGBTTTI).
Priego Rivera puntualizó que la postura de la iglesia sobre la homosexualidad “es respeto total hacia las personas independientemente de su credo, de su ideología o preferencia sexual”, afirmó.
Fuente: La Razón