Declaran culpable a Eduardo Fernández, exjefe de la CNBV, por intento de extorsión a Televisa

Eduardo Fernández García, expresidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), fue declarado culpable por intento de extorsión en contra de Grupo Televisa. Un juez en la Ciudad de México determinó su responsabilidad en el caso y ordenó la publicación de fragmentos de la sentencia a favor de la televisora.

Fernández admitió haber enviado escritos en los que exigía 250 millones de dólares a la empresa, amenazando con emprender acciones legales en México y Estados Unidos contra sus ejecutivos, alegando supuestas irregularidades financieras. Incluso detalló que el dinero debía ser entregado en un vehículo de carga en la cochera de un edificio de su propiedad en la capital del país.

El juez dictaminó que el exfuncionario actuó con “real malicia”, por lo que le prohibió difundir cualquier tipo de información relacionada con Televisa, sus filiales o sus directivos. Además, estableció que, si reincide en la difusión de información o amenazas, deberá pagar una sanción de 50 millones de pesos por daño moral.

También es sentenciado en Estados Unidos

Este fallo en México se suma a la sentencia que Fernández recibió en Florida, Estados Unidos. Un juez en ese país determinó su responsabilidad por intento de extorsión, conspiración y difamación, luego de que el exfuncionario filtrara información del caso a medios estadounidenses.

Como parte de la resolución, Fernández tuvo que pagar una indemnización a Televisa y sus directivos. Además, se le advirtió que, en caso de reincidir, enfrentará una multa de cinco millones de dólares.

Extraditado tras su captura en España

El caso fue resuelto en tribunales mexicanos tras la extradición de Fernández desde España en octubre pasado. El exfuncionario fue detenido por la Interpol el 23 de febrero de 2024 y permaneció en prisión en la cárcel Soto del Real antes de ser entregado a la justicia mexicana.

Eduardo Fernández García ha estado involucrado en otros escándalos previos. Se le señaló como responsable de irregularidades en el rescate bancario impulsado por el Fobaproa en el gobierno de Ernesto Zedillo, además de haber sido acusado en el caso de los Amigos de Fox en el año 2000.

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