Han pasado más de seis meses desde la detención de Emmanuel “N”, uno de los tres policías municipales de Tala presuntamente implicados en la privación ilegal de la libertad de un hombre rescatado del rancho Izaguirre. Ahora, su esposa Belén rompió el silencio y afirmó que su esposo es inocente.
El 15 de septiembre de 2024, Emmanuel “N” estaba comisionado en el Centro Administrativo de Tala (CAT). Ese mismo día, uno de los dos hombres posteriormente rescatados del rancho Izaguirre fue detenido en la delegación El Refugio, en la misma localidad cañera. Policías municipales habrían entregado al detenido a sujetos desconocidos, quienes lo llevaron al rancho en Teuchitlán, presuntamente utilizado como centro de adiestramiento de grupos criminales.
Tres días después, el 18 de septiembre, un operativo de la Guardia Nacional culminó con un enfrentamiento en el rancho Izaguirre, donde capturaron a 10 hombres, rescataron a dos personas y encontraron un cadáver emplayado. En su declaración, uno de los rescatados señaló a policías municipales como responsables de su entrega.
Posteriormente, el 15 de octubre, Emmanuel fue detenido en su centro de trabajo, sin que en un inicio se le notificara la causa de su detención. La Fiscalía estatal le imputó su presunta participación en el delito de desaparición forzada, sustentado en el señalamiento de la víctima, quien habría identificado a Emmanuel a través de fotografías de apenas un centímetro de alto.
La defensa presentó pruebas a favor del policía, como la lista de asignación de servicios (fatiga) que acreditaba que Emmanuel se encontraba en el CAT el día de los hechos, así como su geolocalización y el testimonio de dos testigos. Sin embargo, estas pruebas no fueron suficientes para evitar que el juez lo vinculara a proceso el 23 de octubre.
Belén, entre lágrimas, manifestó su confianza en la inocencia de su esposo, quien acumula 17 años de trayectoria como policía en Tala y Tlajomulco de Zúñiga. “Él va a demostrar que es inocente con todos los hechos y las pruebas. Es una persona recta”, afirmó.
La esposa también relató las dificultades que atraviesa su familia, afectada física, económica y moralmente por el proceso. Ahora, ella sostiene sola a sus tres hijos —dos menores y un mayor—, quienes también resienten la ausencia de su padre.
Pese a la presión social en torno al caso, Belén expresó su esperanza de que la justicia prevalezca: “Confiamos en Dios y en que todo se aclarará. Mis hijos creen en su papá”.