Antes de que lo asesinaran, Iker mató a Verónica. Fue el esposo de la mujer quien, al verla muerta, alcanzó al homicida para dispararle; el doble ataque ocurrió en un puesto ambulante de la colonia Morelos, en la alcaldía Cuauhtémoc.
Ahí, a la orilla del andador de los edificios conocidos como “Los Palomares”, Verónica vendía paletas congeladas. Ella y su esposo se encontraban en el puesto de la avenida del Trabajo cuando Iker llegó. Con un arma escondida, el hombre se acercó hacia su víctima y le disparó.
Fueron dos balazos los que mataron a la mujer y los que alertaron a Iván, quien corrió detrás del homicida para desarmarlo y dispararle.
Después de darle dos tiros, Iván corrió para escapar. Más de 20 policías llegaron al lugar para buscarlo y lo hallaron en la calle Mecánicos del mismo barrio de Tepito.
Al sitio también llegaron familiares de Verónica e Iker, había más de cinco jóvenes armados, quienes exigían que nadie grabara la escena ni se acercaran al cuerpo del hombre. Los familiares de la mujer se enfrentaban con policías y curiosos que se acercaban al puesto donde ella fue asesinada.
“Sabemos quiénes fueron, se las vamos a cobrar. Sabemos quiénes están detrás de esto”, amenazaban los familiares de la fallecida.
Mientras los jóvenes armados miraban a los dolientes, el familiar de la mujer intentó desenfundar un arma para atacar a sus contrincantes. Ningún policía logró controlar a los jóvenes armados. Fueron los mismos deudos quienes detuvieron el enfrentamiento. Ambos occisos eran vecinos de los edificios.
El Gráfico