El ex gobernador Marcelo de los Santos dejó a su sucesor los presuntos excedentes por más de 561 millones de pesos del crédito de mil 500 millones del final de su sexenio en cuentas de fondos ajenos y federales que, antes de que se le autorizara el préstamo, ya los había gastado.
A pesar de que Héctor Mayorga Delgado, auditor superior del Estado, contaba con esa información a principios de junio de 2010, en el informe final de la auditoría que presentó el 15 de ese mismo mes al Congreso del Estado, afirmó que “no es posible identificar a cuáles Ejes Estratégicos los aplicó la actual administración”.
Mayorga Delgado reprodujo en su informe la versión de Joel Azuara Robles, ex secretario de Finanzas, quien le presentó a la Secretaría de Finanzas desde el 22 de marzo de 2010 un documento titulado “Aplicación de los recursos del Crédito de 1500 MDP al 26 de septiembre de 2009”, en el que afirma haber dejado un remanente por más de 561 millones de pesos.
En el documento, Azuara Robles asegura que el excedente lo dejó la administración marcelista en un fideicomiso maestro de Banorte, ocho cuentas bancarias de ese mismo banco y una cuenta más del Banco del Bajío, sin señalar el concepto de cada una de las cuentas.
Una vez que la Auditoría Superior del Estado comunicó el pliego de observaciones a la Secretaría de Finanzas, Jesús Conde Mejía, titular de la dependencia, rechazó haber recibido un excedente del crédito del final del sexenio pasado a través del oficio número SF/CI/247/10, del 4 de junio de 2010.
“Me permito manifestar que negamos categóricamente haber recibido la cantidad antes señalada, en virtud de que al 25 de septiembre los recursos disponibles eran los que señalo a continuación”, señala Conde Mejía y enseguida enlista 22 cuentas bancarias: una de Banco del Bajío, una de Santander y 20 de Banorte.
“Aceptar que recibimos recursos disponibles por la cantidad de $561’976,438.40 como refiere en anterior Secretario de Finanzas en su informe, sería desvirtuar lo que reportaban los estados de cuenta correspondientes”, concluye Conde Mejía.
Ni Conde Mejía ni Mayorga Delgado hacen referencia a que en las cuentas enlistadas por el actual secretario de Finanzas y su antecesor hay cuando menos ocho que coinciden, y por tanto indican del destino que tuvieron esos recursos.
De la cuenta de Banco del Bajío 4578630301, se repusieron a la Reserva de Aguinaldo 250 millones de pesos, según la cifra que da Azuara Robles; de las cuentas de Banorte 501510918 se repuso un Remanente Municipal por 53 millones de pesos; de la 501510934, Recursos Municipales (Mandato Municipal) por 4 millones 280 mil pesos y de la 501510921, el Fondo de Ahorro por 52 millones 955 mil pesos.
En otras cuatro cuentas de Banorte, los recursos del crédito de los mil 500 millones sirvieron para reponer fondos del Fideicomiso para la Infraestructura de los Estados (FIES) 2008, del Fondo de Aportaciones Para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas (FAFEF), del Programa de Infraestructura Básica para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (PIBAI), y del Programa Regional.
Entre las cuentas bancarias que cita Azuara Robles en su informe, dos no se encuentran en la lista proporcionada por Conde Mejía: la cuenta 573084423 con un saldo de 50 millones de pesos y el Fideicomiso Maestro con un saldo de 25 millones 530 mil 972 pesos, que serían los únicos que, en todo caso, tuvieron un destino desconocido hasta ahora en la actual administración.
De acuerdo con los dos documentos que estuvieron en posesión de Mayorga Delgado desde el 4 de junio de 2010, bastaba con compulsar los estados de cuenta de las cuentas enlistadas para detectar el destino de los presuntos excedentes, lo que convierte la observación que sobre el crédito incluyó el 15 de junio en su informe en una maniobra para encubrir al ex gobernador.
http://www.lajornadasanluis.com.mx/2013/06/05/pol1.php