Los días pasan y cada vez nos adentramos más a esta jungla llena de monos, víboras, insectos y animales de todo tipo, con el respeto que los animales me merecen.
Es inaudito que ante las tensiones diplomáticas y en un momento tan crítico de la historia reciente las personas que aspiran a ocupar la banda presidencial se preocupan más en si son tendencia en redes sociales o cómo quedó el último spot que sacaron. ¿Dónde están las propuestas? ¿Dónde está el cambio, lo nuevo o la transformación?
Hoy en día es más fácil que a los jóvenes nos lleguen los candidatos con un hit posicionado en los primeros puestos de los charts antes que con un buen proyecto de nación y ahí me pregunto ¿En verdad el futuro de México está haciendo bien las cosas?
Quizá las reflexiones de esta semana sean más críticas y no tan enfocadas a la comunidad universitaria en específico, pero van dirigidas a la sociedad y al contexto en el que estamos viviendo y francamente no podemos seguir siendo parte de este circo.
Tenemos los políticos que nos merecemos y hasta que no demos un paso al verdadero avance seguiremos estancados con lo mismo de siempre y en este punto si me dirijo a mis directores, maestros y compañeros participemos, preguntemos y analicemos, hay que contribuir de manera positiva al porvenir de nuestro México.
Las aulas tienen que ser los espacios en los que El Progreso nace a partir de las preguntas, las reflexiones y el diálogo, aprovechemos y juntos hagamos las cosas diferente.
Mientras no nos atrevamos a hacernos las preguntas difíciles y tener las conversaciones incómodas seguiremos siendo parte del problema.
