Kimberly Coates, una maestra de tercer grado de 53 años, fue arrestada por estar “borracha en el trabajo”. El primer día del semestre en la Escuela Intermedia Perkins-Tryon en Oklahoma, Coates fue retirada de su salón de clases por el personal de la escuela y se le pidió explicar por qué tenía una copa supuestamente llena de vino.
La situación tomó un giro inesperado cuando Coates, después de un prolongado interrogatorio, finalmente admitió haber bebido media caja de vinos hasta altas horas de la madrugada esa misma mañana. Esto ocurrió después de someterse a una prueba de alcoholemia en la que inicialmente negó haber consumido alcohol en la escuela.
El superintendente de la escuela, Doug Ogle, señaló que Coates parecía “no ser la misma persona con la que hablé esta mañana” y sugirió que podría haber estado bebiendo desde que llegó a la escuela, a las 8:25 de la mañana.
El arresto de Coates tuvo lugar el jueves 17 de agosto bajo el cargo anticipado de intoxicación pública. El Departamento de Policía de Perkins hizo públicas las imágenes de la cámara corporal que capturaron el momento en que Coates, supuestamente ebria, se encontraba reunida con los administradores de la escuela y las autoridades.
El sargento Spencer Gedon, de la Policía de Perkins, explicó que la administración de la escuela contactó al oficial de recursos escolares después de notar signos de posible embriaguez en Coates. Las imágenes de la cámara corporal muestran a Coates con síntomas evidentes de embriaguez, incluyendo ojos rojos y dificultades para hablar.
Coates, en un intento por explicar su comportamiento, mencionó que había tomado medicamentos para la ansiedad ese mismo día, aunque no pudo presentar el frasco de medicamento. Sin embargo, una prueba de alcoholemia reveló un nivel de 0.24 en su sangre, tres veces por encima del límite legal.
El oficial le preguntó a Coates si había salido del campus ese día y si había rastros de alcohol en su salón de clases, a lo que ella respondió negativamente. Coates admitió que bebía con frecuencia y que estaba buscando ayuda.
El sargento Gedon, después de realizar pruebas adicionales, concluyó que Coates estaba ebria. A pesar de su insistencia en que su última ingesta de alcohol fue a las 3:00 de la madrugada, el superintendente Ogle sugirió que Coates podría haber estado bajo la influencia durante su tiempo en la escuela.
Finalmente, Coates fue arrestada y trasladada a la cárcel del condado de Payne por intoxicación pública. A pesar de la oferta de Coates de no llamar a su esposo ni a un amigo para que la recogieran, las autoridades procedieron con el arresto. El superintendente Ogle enfatizó la importancia de garantizar un entorno seguro para los niños y sugirió que Coates podría enfrentar consecuencias legales por su comportamiento.
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