Un joven estudiante de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), identificado como Ángel, fue brutalmente atacado la noche del miércoles 18 de septiembre. El incidente comenzó cuando, alrededor de las 19:20 horas, Ángel tuvo un percance vial con una camioneta Volkswagen blanca frente al Centro de Información en Ciencias Sociales y Administrativas (CICSA), en la avenida Cuauhtémoc.
El enfrentamiento inició como una discusión, pero rápidamente escaló cuando cuatro hombres descendieron del vehículo y comenzaron a golpear violentamente a Ángel. El joven pidió auxilio a su hermano, quien llegó rápidamente al lugar, pero ambos fueron atacados con tubos y piedras que los agresores encontraron en la calle. El hermano de Ángel recibió un golpe en la cabeza, mientras que Ángel fue golpeado repetidamente en la cara.
Cuando la policía municipal arribó al lugar, en lugar de intervenir para calmar la situación y prestar ayuda, su actuación resultó ser negligente. Testigos afirmaron que los oficiales minimizaron el incidente, considerándolo un simple accidente vial. No fue sino hasta que los compañeros y transeúntes presionaron que los paramédicos fueron llamados, pero esto ocurrió una hora después del ataque. El reporte oficial tardó aún más en levantarse.
A pesar de estar gravemente herido, Ángel fue esposado y trasladado en la caja de la patrulla, mientras que el conductor de la camioneta agresora fue llevado cómodamente dentro de la cabina del vehículo policial. Este trato hostil se prolongó cuando Ángel fue ingresado al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde se le negó atención médica inmediata y se mantuvo esposado durante su estancia. La situación empeoró cuando, antes de terminar la revisión médica, fue trasladado a los separos.
En los separos, agentes ministeriales lo golpearon nuevamente y lo forzaron a firmar un perdón bajo amenaza, según declaraciones de los testigos. A pesar de la violencia que sufrió, Ángel continuó incomunicado en la Fiscalía General del Estado hasta pasado el mediodía del jueves 19 de septiembre, cuando finalmente fue liberado a las 14:00 horas.
El caso ha generado indignación entre amigos y familiares, quienes exigen justicia por el evidente abuso de autoridad y la mala actuación de los policías y ministeriales. Mientras tanto, los agresores, entre los que tres permanecen sin ser identificados, siguen libres, sin que se tomen medidas legales en su contra.