CDMX.- En las redes sociales, dos empleados de una agencia funeraria, localizada en la colonia San Rafael, alcaldía Cuauhtémoc, denuncian acoso sexual, maltrato laboral y violación.
Alicia, uno de las empleadas que labora en el área de monitoreo y seguridad, denunció que fue víctima de acoso sexual por parte de un varón que labora en la agencia, pues al subir a la azotea a realizar una supervisión al tanque de gas, este sujeto le tocó los pechos.
Foto: tomada de video
-La última semana de diciembre, en el piso 9, me lleva al área del elevador, donde está más oscuro, y en ese momento me vuelve a tocar los senos y los genitales, denunció Alicia, quien por necesidad, continúa laborando en la empresa y, aunque ha presentado quejas en las instancias correspondientes de la agencia, las agresiones siguen impunes.
-En la Fiscalía me piden pruebas y es lo que no tengo. El acoso laboral no lo consideran como gran delito. No he tomado otras acciones por miedo, porque me vayan a hacer algo e incluso, por miedo a perder mi trabajo.
Mario es otro trabajador de la misma agencia funeraria ubicada en la calle de Sullivan, quien también denunció que fue víctima de acoso sexual y violación.
El pasado 3 de marzo, Mario habría sido intoxicado y violado por otro empleado.
-Esta persona estaba muy insistente en que me comiera un yogurt, yo varias veces me le negué, pero él muy insistente me dijo que me lo comiera, pasa que me lo como y ya no recuerdo nada.
Mario señala que la agresión de la que fue víctima, pudo ser grabada, pues gracias a imágenes de una cámara de vigilancia, se pudo apreciar el momento cuando el presunto agresor se acercó a él, lo tiró al suelo y abuso de él.
-Me invitaba a fiestas, a bares, a su casa, hoteles, a acostarnos… prácticamente. Él pertenece a la comunidad LGBT y yo desde un principio le dije que no quería nada con él, declaró Mario.
Por esta situación, la presunta víctima presentó una denuncia ante la Fiscalía capitalina, pero no avanza y nadie ha sido detenido.
-La Fiscalía de primera mano dice que sí, que sí hay daño, sí hay una droga, no me dijeron específicamente cuál, pero sí hay un daño, un daño en mi zona rectal.
Por otra parte, Mario señala que el acoso se mantiene, pero se ve obligado a seguir trabajando ahí.
-Yo por necesidad, no he dejado mi trabajo. He estado yendo a otras entrevistas de trabajo, pero nio me han dado la oportunidad, dice Mario.
Mientras tanto, Alicia y Mario confían en que las autoridades atiendan sus denuncias y se haga justicia, o en su caso, poder conseguir otro empleo para abandonar el infierno que están viviendo.
La Prensa