Ninguna de las armas que están desaparecidas o se encuentran incautadas por la Secretaría de la Defensa Nacional participaron en actos delictivos porque se hubiera sabido inmediatamente, refirió el secretario del Ayuntamiento, Gilberto Almendárez Marín.
Agregó que en la administración pasada se dilató la acción legal tanto para buscar e investigar a través de una denuncia la desaparición de dos armas cortas y una escopeta en la comandancia de la Policía Municipal, que se desvanecieron de ese lugar la tarde de la balacera que sufrió la fachada de la sede policiaca el 30 de julio de 2010, ni en el caso de las cinco armas que también, por la vía legal deben ser recuperadas y que fueron confiscadas por el Ejército en 2011 a un grupo de policías que andaban de “francos” y en un coche particular.
“El asunto se fue quedando y ahora a nosotros nos toca resolverlo”, advirtió el abogado del Municipio, dando a entender que a pesar de que los hechos en los que desaparecieron o se descontaron esas armas de las filas de la armería municipal pudieron haberse arreglado en la pasada administración y no se hizo.
Negó que las armas que se perdieron por razones todavía desconocidas de la comandancia hubieran podido haber participado en un delito porque debido a la licencia colectiva que se tiene para ellas, inmediatamente se hubiera tenido conocimiento de ello.
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