Un equipo de científicos de la Universidad de Australia Occidental (UWA) y Kelpie Geosciences en el Reino Unido ha capturado en video un raro calamar gigante en aguas profundas, a más de un kilómetro bajo la superficie del océano.
Las profundidades oceánicas, con sus misterios y especies desconocidas, están siendo reveladas gracias a los avances científicos y tecnológicos. Recientemente, investigadores del Centro de Investigación de Mares Profundos Minderoo-UWA y la científica Heather Stewart de Kelpie Geosciences UK documentaron un extraordinario calamar gigante en su hábitat natural, a un kilómetro de profundidad.
Durante una expedición en el Pasaje de Samoa, los científicos desplegaron cámaras con cebo de caída libre. Al recuperar una de estas cámaras de una profundidad de más de cinco kilómetros, se dieron cuenta de que habían capturado imágenes de un calamar dana (Taningia danae), una especie rara vez vista en su entorno natural.
“Cuando revisamos las imágenes, nos dimos cuenta de que habíamos capturado algo realmente raro”, compartió emocionada la profesora Heather Stewart, líder del equipo científico.
Lo más impresionante del avistamiento fue la bioluminiscencia del calamar. Equipado con dos enormes fotóforos en el extremo de sus brazos, el calamar utiliza estas “linternas” naturales para emitir destellos que le ayudan a cazar, atrayendo y desorientando a sus presas. Estos fotóforos son los más grandes conocidos en el mundo natural.
El calamar, que medía aproximadamente 75 cm de largo, se aproximó a la cámara creyendo que era una presa y trató de asustarla con sus brillantes faros bioluminiscentes. “El calamar descendió sobre nuestra cámara a una velocidad impresionante de 58 metros por minuto”, explicó la profesora Stewart.
Observar criaturas marinas en su hábitat natural es un desafío significativo para los científicos y una muestra de lo mucho que aún queda por descubrir en el océano profundo. Actualmente, el barco de investigación RV Dagon está en las últimas semanas de una expedición de tres meses en Nova Canton Trough, en el Océano Pacífico Central, apoyada por Inkfish. La misión busca explorar y documentar la biodiversidad y geodiversidad del fondo marino a profundidades de entre tres y ocho kilómetros.
Esta notable observación subraya la importancia de seguir explorando las profundidades marinas para descubrir nuevas especies y entender mejor los ecosistemas submarinos.