Un nuevo descubrimiento ha hecho cimbrar a un equipo de científicos luego de que hallaran la piel fosilizada de una criatura hasta hoy desconocida y que precede a los dinosaurios.
Un nuevo descubrimiento ha hecho cimbrar a un equipo de científicos luego de que hallaran la piel fosilizada de una criatura hasta hoy desconocida y que precede a los dinosaurios, pues el espécimen en cuestión data de hace 286 millones de años, superando la edad de cualquier fósil de piel conocido en al menos 21 millones de años.
De acuerdo con estos datos, la piel es, al menos, 45 millones de años anterior a los primeros dinosaurios por lo que se trata de un animal que hasta el momento no habría sido identificado.
Paleontólogos publicaron el hallazgo en la revista Current Biology, en donde detallaron que la piel habría pertenecido a un reptil del Paleozoico temprano de origen desconocido, además, explicaron que el espécimen cuenta con una textura distintiva muy parecida a la piel de los cocodrilos actuales.
La piel se encuentra excepcionalmente bien conservada, y aunque se trata de una pequeña muestra, más pequeña que una uña y tan fino como una hoja de papel, constituye la epidermis conservada de la criatura.
El fósil provino del sistema de cuevas de piedra caliza Richards Spur en Oklahoma y se estima que tiene entre 286 y 289 millones de años, además, se trata de un hallazgo poco común, debido a que rara vez los tejidos perduran porque se descomponen muy fácilmente.
La piel, por tanto, no se fosiliza bien, de ahí que hallar un trozo de piel del Paleozoico sea tan improbable, así, este descubrimiento ofrece una visión de un pasado evolutivo lejano que es anterior tanto a los mamíferos como a los dinosaurios más antiguos.
“Encontrar un fósil de piel tan antiguo es una oportunidad excepcional para mirar hacia el pasado y ver cómo pudo haber sido la piel de algunos de estos primeros animales”, explicó Ethan Mooney, estudiante de posgrado en paleontología de la Universidad de Toronto.
La piel, comparte características con los reptiles antiguos y con los que todavía deambulan por la Tierra en la actualidad, incluidas regiones articuladas entre escamas epidérmicas que se asemejan a estructuras de serpientes.
Aunque hasta el momento los expertos desconocen a qué animal pertenece la epidermis, debido a que el fósil de piel no está asociado con un esqueleto ni con ningún otro resto, no es posible identificar a qué especie de animal o región corporal pertenecía la piel.
– Excelsior