En un lamentable incidente, un jaguar negro en el Zoológico La Reina en Tizimín, Yucatán, sufrió una grave lesión en una de sus patas, lo que resultó en la amputación de la extremidad para salvar su vida. El suceso, atribuido a un inadecuado manejo por parte del personal del zoológico, ha generado preocupación y críticas por parte de autoridades y defensores de los derechos de los animales.
Según informes de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), el jaguar, cuyo préstamo fue otorgado por el zoológico Blanca Flor de Valladolid para fines de reproducción, resultó herido durante un intento de interacción con una hembra en el Zoológico La Reina. El macho introdujo su pata izquierda en la jaula de la hembra, quien lo mordió causándole graves lesiones.
A pesar del incidente ocurrido el 13 de mayo, no fue sino hasta el 15 de mayo que el personal del zoológico trasladó al jaguar herido al Parque Zoológico del Centenario en Mérida. Fue en este lugar donde se llevó a cabo la cirugía de emergencia para amputar la pata del animal con el objetivo de preservar su vida.
La Profepa, tras investigar el caso, determinó que el personal del Zoológico La Reina no siguió los protocolos adecuados para el cuidado de la herida del jaguar, lo que agravó su condición. Actualmente, el ejemplar se encuentra bajo observación permanente en el Centenario de Mérida mientras se llevan a cabo las investigaciones pertinentes sobre el incidente.
Este suceso ha reavivado el debate sobre el bienestar de los animales en cautiverio y la responsabilidad de los zoológicos en su cuidado. Se espera que las autoridades correspondientes tomen medidas adecuadas para evitar futuros incidentes similares y garantizar la seguridad y el bienestar de los animales en estos espacios.
