Desde el año 2013, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha reportado el extravío de 30 armas, de los cuales 22 son fusiles, 6 carabinas y 2 pistolas, según un reporte de la Dirección General de Materiales de Guerra del Ejército.
La entidad donde los militares han sufrido más pérdidas de armas es la Ciudad de México, con un total de 10. Es en esta entidad donde también se reporta el incidente donde se extravió el mayor número en un sólo evento, fue en 2017 cuando se perdieron 8 fusiles en una misma ocasión.
Le sigue San Luis Potosí, donde en 2021 se extraviaron 5 fusiles en un solo evento.
La mayoría de las armas extraviadas por la Sedena son fusiles, pues el arma de cargo de todos los elementos del Ejército es el fusil FX-05 Xiuhcoatl, diseñada y fabricada en México, de los cuales hay más de 121 mil unidades en servicio.
La mayoría de las armas son robadas en la vía pública, sustraídas de embarques o vehículos militares, pero también se ha reportado equipo robado dentro de campos militares, como el 37-C de San Miguel de los Jagüeyes, Estado de México; el 26-A en El Lancero, Veracruz: o el 11-A, en Guadalupe, Zacatecas.
Según el Código de Justicia Militar, los soldados que extravían su arma en tiempos de paz son castigados con hasta tres meses de prisión. Si se comprueba que el responsable la robó, la pena mínima es de un año y seis meses de prisión, a los cuales se suma un mes más en reclusión por cada cien pesos del valor de lo hurtado.
La Jornada
